OpenAI firmó un acuerdo plurianual con Broadcom Inc. para colaborar en el desarrollo de chips personalizados y equipos de red, marcando el paso más reciente en el ambicioso plan de la startup de inteligencia artificial (IA) para ampliar su infraestructura informática. Las acciones de Broadcom subieron.
Como parte del pacto, OpenAI diseñará el hardware y trabajará con Broadcom para desarrollarlo, según un comunicado conjunto emitido el lunes. El plan contempla agregar una capacidad de centros de datos de IA equivalente a 10 gigavatios, con el inicio del despliegue de racks de servidores que contengan el nuevo equipamiento en la segunda mitad de 2026.
Al personalizar los procesadores, OpenAI señaló que podrá incorporar lo aprendido durante el desarrollo de sus modelos y servicios de inteligencia artificial “directamente en el hardware, desbloqueando nuevos niveles de capacidad e inteligencia”. Según ambas compañías, el despliegue del hardware debería completarse hacia finales de 2029.
Para Broadcom -fabricante de componentes que van desde el iPhone hasta la infraestructura de redes ópticas- el acuerdo profundiza su incursión en el floreciente mercado de la IA. El anuncio del lunes confirma un arreglo que el director ejecutivo de Broadcom, Hock Tan, había insinuado durante una llamada de resultados el mes pasado.
Las acciones de Broadcom subieron hasta un 8,9% tras la apertura de los mercados en Nueva York. Hasta el cierre del viernes, acumulaban un alza del 40% en lo que va del año.
OpenAI, creadora de ChatGPT, ha firmado varios acuerdos de alto perfil este año, buscando aliviar las restricciones en capacidad de cómputo. Nvidia Corp., cuyos chips ejecutan la mayoría de las cargas de trabajo de IA, anunció el mes pasado que invertirá hasta US$100 mil millones en OpenAI para apoyar nueva infraestructura, con el objetivo de alcanzar al menos 10 GW de capacidad. Y apenas la semana pasada, OpenAI anunció un pacto para desplegar 6 GW de procesadores de Advanced Micro Devices Inc. (AMD) a lo largo de varios años.
Si bien la empresa compra chips a otros fabricantes, también ha estado trabajando en el diseño de sus propios semiconductores, destinados principalmente a manejar la etapa de inferencia en la ejecución de modelos de IA -la fase posterior al entrenamiento de la tecnología-.
El director ejecutivo de OpenAI, Sam Altman, señaló que su compañía ha trabajado con Broadcom durante los últimos 18 meses.
La startup está replanteando la tecnología “desde los transistores hasta lo que ocurre cuando alguien le hace una pregunta a ChatGPT”, dijo Altman en un podcast publicado por la empresa. “Al poder optimizar toda la pila tecnológica, podemos lograr enormes ganancias de eficiencia, y eso se traducirá en un rendimiento mucho mejor, modelos más rápidos y más económicos”.
Cuando Tan se refirió al acuerdo el mes pasado, no mencionó el nombre del cliente, aunque personas familiarizadas con el tema lo identificaron como OpenAI.
“Si haces tus propios chips, controlas tu destino”, dijo Tan en el pódcast del lunes.
Broadcom ha sido cada vez más vista como una de las principales beneficiarias del auge del gasto en IA, lo que ha impulsado su cotización este año. La acción subió un 40% en 2025 hasta el fin de la semana pasada, superando el aumento del 29% del índice de semiconductores de la Bolsa de Filadelfia. OpenAI, por su parte, ha alcanzado una valoración de US$ 500 mil millones, convirtiéndose en la startup más grande del mundo según esa medida.
Al aprovechar la tecnología de redes de Broadcom, OpenAI diversifica sus apuestas. Las opciones basadas en Ethernet de Broadcom compiten con la tecnología propietaria de Nvidia. OpenAI también diseñará su propio equipamiento como parte de su trabajo en hardware personalizado, indicó la startup.
Broadcom no proveerá directamente la capacidad de los centros de datos. En cambio, desplegará racks de servidores con hardware personalizado en instalaciones operadas por OpenAI o por sus socios de computación en la nube.
A medida que las empresas de IA y de nube anuncian grandes proyectos cada pocos días, a menudo no está claro cómo se financian estos esfuerzos. Los acuerdos interconectados también han despertado temores sobre una posible burbuja en el gasto de IA.
No hay un componente de inversión o participación accionaria en este acuerdo, aclaró OpenAI, lo que lo diferencia de los pactos con Nvidia y AMD. Un portavoz de OpenAI declinó comentar cómo se financiarán los chips, pero la idea de fondo es que contar con más poder de cómputo permitirá a la empresa vender más servicios.
Un solo gigavatio equivale aproximadamente a la capacidad de una planta nuclear convencional. Aun así, 10 GW de potencia computacional no bastan para sostener la visión de OpenAI de alcanzar una inteligencia artificial general, señaló Greg Brockman, cofundador y presidente de la empresa.
“Eso es una gota en el océano comparado con lo que necesitamos lograr”, dijo.
Alcanzar el nivel que se discute no sucederá rápidamente, advirtió Charlie Kawwas, presidente del grupo de soluciones de semiconductores de Broadcom. “Si tomas el ejemplo de los ferrocarriles, tomó cerca de un siglo desplegarlos como infraestructura crítica. Si tomas internet, tomó unos 30 años”, dijo. “Esto no va a tomar solo cinco años”.