Los liberales tenían “las manos manchadas de sangre”, escribió un influencer destacado. La izquierda era el “partido del asesinato”, afirmó Elon Musk. Todos los políticos demócratas “deben ser arrestados y el partido prohibido”, opinó un bloguero.
Cualquier esperanza de que el asesinato del activista conservador Charlie Kirk diera paso a un clima de reflexión tranquila en la política estadounidense se desvaneció rápidamente en las horas posteriores a su muerte, cuando la blogósfera de derecha se llenó de demandas de venganza y represalias.
Algunos temen ahora que el presidente Donald Trump, que ya está llevando al límite el poder ejecutivo, pueda utilizar el asesinato de Kirk como pretexto para tomar medidas drásticas contra la izquierda estadounidense.
“Trump tiene claramente el dedo rápido en el gatillo cuando se trata de declarar emergencias y eludir las normas, las leyes e incluso la Constitución”, afirma Steven Levitsky, profesor de Ciencias Políticas en la Universidad de Harvard y coautor de Cómo mueren las democracias. “Esto podría utilizarse como acelerador para enviar tropas a las calles (y) perseguir a la oposición”.
Trump alimentó esos temores en un discurso televisado el miércoles por la noche, en el que atribuyó el asesinato de Kirk a la izquierda, antes de que se identificara al tirador, y mucho menos sus motivos.
“Durante años, los radicales de izquierda han comparado a estadounidenses maravillosos como Charlie con los nazis y los peores asesinos en masa y criminales del mundo”, afirmó. “Este tipo de retórica es directamente responsable del terrorismo que estamos viendo hoy en nuestro país, y debe acabar ahora mismo”.
Trump reiteró ese sentimiento el jueves, diciendo: “Tenemos un grupo radical de lunáticos de izquierda, auténticos lunáticos, y vamos a resolver ese problema”.
“Tenemos un grupo radical de lunáticos de izquierda, auténticos lunáticos, y vamos a resolver ese problema”, dijo Trump el jueves.
Algunos de los aliados del presidente en el Capitolio fueron aún más lejos. “Los demócratas son los responsables de lo que ha ocurrido hoy”, declaró Nancy Mace, republicana de Carolina del Sur, a los periodistas el miércoles.
Donald Moynihan, profesor de políticas públicas de la Universidad de Míchigan, afirmó que Trump podría haber aprovechado su discurso desde el Despacho Oval para condenar todas las formas de violencia política y destacar la importancia de la tolerancia como “piedra angular de la democracia”.
No lo hizo. “Me preocupa que la Casa Blanca haya perdido una oportunidad al plantear esto de forma unilateral, presentando las amenazas como si sólo provinieran de la izquierda”, afirmó. “El peor escenario posible es... que el asesinato de Kirk se utilice para justificar una represión gubernamental contra la libertad de expresión”.
El subsecretario de Estado Christopher Landau ya ha advertido que Estados Unidos tomará medidas contra los extranjeros que “elogien, racionalicen o resten importancia” al asesinato de Kirk, afirmando que no serán “visitantes bienvenidos en nuestro país”.
Violencia al alza
El asesinato de Kirk es sólo el último de una larga serie de ataques contra figuras políticas de ambos lados del espectro ideológico, lo que demuestra la extrema polarización de una sociedad cada vez más propensa a la violencia política.
El propio Trump sobrevivió a un intento de asesinato en un mitin político el año pasado, mientras que una legisladora estatal demócrata de Minnesota y su marido fueron asesinados en su casa en junio. En abril, la casa del gobernador demócrata de Pensilvania, Josh Shapiro, fue incendiada mientras él y su familia dormían en su interior.
Este tipo de violencia no es nueva en Estados Unidos: el país se vio sacudido por una serie de asesinatos políticos en la década de los ‘60, en la que también se produjeron disturbios urbanos y tensiones raciales generalizadas.
Pero los ataques actuales son diferentes, según los expertos, ya que han coincidido con el endurecimiento del control de Trump sobre importantes instituciones estadounidenses y la amplia expansión de los poderes de la presidencia.
“Es en estos momentos cuando un presidente agresivo que avanza en una dirección agresiva puede ser peligroso”, afirma Julian Zelizer, profesor de historia política en la Universidad de Princeton. “Hay tropas federales literalmente en las calles de las ciudades estadounidenses, y Trump está haciendo uso de la fuerza federal siempre que quiere”.
Estos temores se vieron agravados por influencers de derecha que establecieron paralelismos entre el asesinato de Kirk y el incendio del edificio del Parlamento alemán en 1933, que los nazis utilizaron como pretexto para reprimir a la oposición y desmantelar las libertades constitucionales del país.
“El asesinato de Charlie Kirk es el incendio del Reichstag estadounidense”, afirma Matt Forney, escritor y bloguero de derecha. Dice que los políticos demócratas deberían ser arrestados y el partido prohibido. “Es hora de tomar medidas drásticas contra la izquierda”.
No está solo. Katie Miller, influencer y esposa del subjefe de gabinete de Trump, Stephen Miller, dice que los liberales son los culpables del asesinato de Kirk. “Nos llamaron Hitler”, escribió en X. “Nos llamaron nazis. Nos llamaron racistas. Tienen las manos manchadas de sangre”.
Incluso los políticos moderados de la derecha culparon a los liberales del aumento de la violencia política. Warren Davidson, congresista republicano por Ohio, los acusó en CNN de utilizar “retórica deshumanizadora”.
“Una vez que pierden el debate... no pueden limitarse a recurrir a los hechos y la razón”, afirmó. “Tienen que recurrir a insultos, como que esa persona debe de ser racista, intolerante, misógina o lo que sea. Un nacionalista cristiano”.
Algunos expertos coincidieron en que ambas partes eran responsables del ambiente febril y que todos los políticos tenían la obligación de intentar calmar los ánimos en lugar de avivarlos.
“Los líderes demócratas también deben frenar los videos jubilosos en X que celebran el asesinato de Charlie Kirk”, afirma Robert Pape, profesor de ciencias políticas de la Universidad de Chicago. “Ambos grupos de líderes tienen trabajo por delante para frenar a sus electores”.
"Los líderes demócratas también deben frenar los videos jubilosos en X que celebran el asesinato de Charlie Kirk”, afirma Robert Pape, profesor de ciencias políticas de la Universidad de Chicago.
Hasta ahora, hay pocos indicios de que esto esté ocurriendo. Por el contrario, según Levitsky, de Harvard, los dos principales partidos están más polarizados que nunca, se consideran “enemigos, no rivales” y se acusan mutuamente de comportamiento “desleal y antipatriótico”, de una manera que recuerda a la España de los años ‘30, poco antes del colapso de su sistema democrático.
“Cuando dos partidos se ven mutuamente como una amenaza existencial, la tentación de incurrir en comportamientos violentos e ilegales es muy alta”, afirma. “Y (el asesinato de Kirk) podría reforzar eso”.