Guido Girardi: “Esta sociedad se ganó el legítimo derecho a demandar participación, porque instaló los temas”
Esta semana, el parlamentario oficialista vio consumado el anhelo de crear una bancada parlamentaria transversal que lo sigue en una apuesta que no encuentra consenso aún en la Nueva Mayoría.
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Aunque el martes 17 llegó atrasado a la foto que inmortalizaba uno de sus grandes anhelos, la conformación de una bancada transversal por la Asamblea Constituyente, el senador PPD Guido Girardi mostró su satisfacción por conseguir que representantes desde RN hasta el Partido Comunista, pasando por la DC, se sumaran a un esfuerzo que considera indispensable en el proceso para cambiar la Constitución.
Todo, a pesar de que a esta fórmula se oponen figuras emblemáticas de la Nueva Mayoría como el ex presidente Ricardo Lagos y el ex senador Camilo Escalona. A ellos se suma el timonel socialista, Osvaldo Andrade, por estimar que es extemporáneo levantar el debate a estas alturas.
- ¿De qué manera aporta la creación de la bancada parlamentaria transversal por la Asamblea Constituyente (AC)?
- Si bien el debate de la reforma constitucional no es una prioridad para esta etapa, porque estamos concentrados en las reformas educacional y tributaria, que son prioridades, hay un compromiso de avanzar en una reforma constitucional que, seguramente, será el debate el año 2015. Y nosotros queremos mantener abierta una conversación democrática respecto al mecanismo. Creemos que el mecanismo con que se cambie la Constitución comunica de los principios y valores, hoy día el cómo se hacen las cosas comunica los principios y valores y nosotros queremos un cómo más democrático. Y esta sociedad se ganó el legítimo derecho de demandar participación, porque fue la que instaló los temas cuando la política, por distintas razones, se omitió de llevar adelante los grandes temas, renunció a proponer las grandes transformaciones que demandaba la sociedad fue ésta la que tuvo que tomar en sus manos esa responsabilidad, salir a la calle y pedir, por lo tanto se transformó en un actor político.
- ¿Además de la legitimidad de los cambios que hay que hacer en materia constitucional, qué es necesario?
- Para mí un argumento muy importante, además de la legitimidad que tengan los cambios para que sean reconocidos como propios, creo que un proceso participativo amplio es la oportunidad para incorporar al país, para ser parte de este proceso de transformación política, para construir una gobernabilidad más sana. Creo que es, tal vez, el mejor instrumento para institucionalizar a esta ciudadanía que se siente fuera de la política, no participa en las elecciones, y que finalmente ve a la política como un adversario. La posibilidad de institucionalizar a la ciudadanía es la posibilidad de construir una gobernabilidad viable para el futuro. Y eso es también un elemento que no debiéramos desechar tan rápidamente.
- Da la impresión de que quienes integran esta bancada temen que finalmente se elija un mecanismo menos participativo que una AC para cambiar la Constitución
-No. Es un legítimo debate democrático respecto a que algunos pensamos que mientras más participativo sea el mecanismo, mientras más legitimidad tenga una Constitución, que es el marco de convivencia de la sociedad, mientras sea más sentido como propio ese marco por la ciudadanía, es más la posibilidad de gobernabilidad. La gran amenaza para Chile son los populismos y estos se expresan justamente cuando una parte importante de la sociedad no se siente parte del país, la institución o, en este caso, del marco constitucional y lo siente como ajeno.
- Algunos no ven a la bancada como una amenaza, pero critican que genera una división entre constituyentes y no constituyentes y estiman que eso no es bueno para el debate.
- No, no creo. La puede dividir entre quienes están por más participación y por menos participación. A mí, no me van a sacar un segundo de mi compromiso de apoyar el programa de la presidenta (Michelle) Bachelet, porque es una prioridad y si bien no es sagrado el programa, la palabra empeñada nuestra sí es sagrada. Pero queremos aprovechar la oportunidad, justamente, para institucionalizar la sociedad chilena; para incorporar a ese mundo que se siente aparte. E insisto, la gran amenaza paras el futuro es que una gran mayoría ciudadana se sienta distante de la política, que no se sienta parte del proceso democrático que está viviendo el país y, finalmente, la política quede reducida a algo intrascendente, deslegitimada, sin valor. Porque eso sí que es la antesala al populismo y al desgobierno.
- ¿Pero no le preocupa que habiendo ya debates que han provocado diferencias importantes al interior de la NM, particularmente con la DC, se abra otro flanco?
- No. Esto lo único que pone como señal es que la presidenta Bachelet no ha clausurado el debate respecto al mecanismo y que habemos muchos que estamos dispuestos a llegar a un acuerdo, pero pensamos que debe ser el más participativo posible y el que genere mejores condiciones de gobernabilidad; el que permita articular este nuevo trato: una gobernabilidad no de espaldas a la ciudadanía, sino con la ciudadanía, porque creemos que ese es uno de los principales desafíos que tenemos.
- ¿Cuál es para usted el mecanismo más participativo?
- Yo presenté un proyecto con senadores de todos los partidos de la Nueva Mayoría –Navarro, Gómez, Rossi, Mariano Ruíz-Esquide, demócratacristiano- que plantea algo muy simple: que sea la ciudadanía la que dirima esta cuestión y que establezca, a través de un plebiscito, si quiere Asamblea Constituyente o no. Si dice que no, no tendré problema en acatar democráticamente esa decisión.
- Usted ha hecho hincapié en que el proyecto fue patrocinado también por un DC, pero en general ese partido ha sido muy crítico en materia de reformas.
- Sí, pero hay conservadurismo transversal en nuestro mundo. No podría decir que es sólo atribuible a la Democracia Cristiana; seguramente que hay gente en el PPD que la AC tampoco le parece, a pesar que hay un voto político a favor, pero es transversal. Pero me parece que el que existan diferencias lo único que hace es enriquecer a la Nueva Mayoría. Mi gran preocupación sería una Nueva Mayoría que piense uniformemente y que todos parecieran cadetes de la Escuela Militar. ¡Eso sería preocupante!
- El ex senador Camilo Escalona insistió en que el país no está en crisis y que su institucionalidad funciona, por lo que no es necesaria una AC.
- Todas las ideas son respetables y esa diversidad de opinones enriquece el debate y creo que sí la política está en crisis. Sí, la política, hoy día, no representa a la nueva ciudadanía que emerge. Pienso que hay una distancia enorme entre los ciudadanos y la política y es, en parte, justamente por su elitización, porque la política perdió su capacidad de diálogo, de inclusión, de las grandes demandas y anhelos que tiene el mundo social, porque hubo un divorcio, porque la política se tecnocratizó. Y la nueva sociedad que emerge se siente fuera y yo siento que esa es una crisis política en ciernes.
- Pero no sólo Escalona se opone, el presidente del PS, Osvaldo Andrade, ha dicho que este es un debate extemporáneo.
- No es extemporáneo. Es un debate que ha surgido de la ciudadanía, como gran parte de las demandas porque, lamentablemente, la política renunció a liderar los grandes debates del siglo XXI. La Concertación murió y se transformó en una coalición vieja cuando dejó de ser la que generara debates democráticos sobre los temas que le importaban a la sociedad. Y fue un error renunciar a ser justamente nosotros, quienes teníamos la responsabilidad de abrir un debate democrático sobre temas que son relevantes.
- ¿Usted considera que el bloque PPD-PS tiene la responsabilidad de sacar adelante las reformas?
- Toda la Nueva Mayoría empeñó y comprometió su palabra y para mi la palabra es sagrada. Este programa no es sólo de la presidenta (Michelle) Bachelet. Ella vuelve en un proceso de reparación, algunos podrán decir ‘bueno, por qué no lo hicieron antes’, pero justamente ella vuelve porque no lo hicimos antes, tenemos la obligación política, moral, histórica, de hacerlo hoy día. En ese contexto, la tarea es de todos, pero particularmente del PS-PPD, porque nosotros fuimos los que respaldamos a la Presidenta en una primaria y concursamos con un programa que fue ratificado por una mayoría ciudadana y luego en una segunda vuelta.