El tema lo planteó el presidente Sebastián Piñera al participar el domingo en la noche en el programa Tolerancia Cero de Chilevisión, cuando -consultado por los efectos de los anuncios de reformas que se estaban planteando en la contienda electoral- afirmó que “creo que parte de esta desaceleración que estamos observando obedece a las propuestas que se están escuchando en el debate público hoy día”.
El mandatario hacía referencia a las señales de distintas candidaturas respecto a realizar una reforma tributaria, cambios constitucionales y otras ideas, como la nacionalización de los recursos naturales.
Al respecto, el académico de la Universidad de Chile y encargado de la comisión económica de la candidatura de Claudio Orrego (DC), Alejandro Micco, plantea que “difícilmente eso es así. Claramente hay otros factores. Recordemos que el mismo ministro de Hacienda, no sé si el presidente lo escuchó desde el año anterior, decía que venía una desaceleración desde el segundo semestre del año pasado. Estuvimos todo el año con ese argumento y nunca llegó. Está llegando atrasado en este trimestre y si se empieza a decir que ese no es el motivo de lo que estaba anunciado anteriormente, sino que es por algo electoral, es bastante difícil de creer. Es cambiar un poco su discurso”.
Agrega que “hasta ahora la desaceleración se da porque el país había crecido fuerte, estábamos llegando al pleno empleo, las condiciones externas no estaban tan buenas y la economía chilena en algún momento se iba a empezar a estabilizar. No llegó en la segunda mitad del año pasado y ahora hay un cambio de discurso a querer atribuirlo a algo electoral, eso suena un poco extraño”.
Agrega que “las razones actuales de la desaceleración interna se venían hablando de antes. La demanda interna se tenía que ajustar y a eso se suman las noticias menos favorables y esperadas desde otras partes del mundo. Lo otro es buscar un argumento electoral para explicar la cifra, lo que no tiene asidero”.
“El FUT no tiene sentido hoy”
Pero Micco, además de desdramatizar los efectos que podrían tener los discursos públicos en las cifras económicas, también afirma que hay que aquilatar los cambios que se están proponiendo y no exagerar sus efectos. “Cuando uno revisa los temas que se han planteado en la Concertación uno ve que el tema principal de todos los comandos que van a la primaria es la reforma tributaria y ahí se ve que (las propuestas) son de tamaños acotados. Claudio Orrego plantea algo de cerca de US$ 6 mil millones de acá a régimen, algo parecido planteó Michelle Bachelet en su momento y lo mismo está planteando Andrés Velasco, nadie podría creer que él piense en una reforma sin contemplar los efectos en la inversión. Por tanto, las principales candidaturas están haciendo propuestas acotadas y, segundo, en el caso de Claudio Orrego y lo mismo en el caso de Michelle Bachelet, se plantea eliminar los incentivos que existen hoy a la reinversión”.
En ese sentido, destaca que el contexto económico en que se implementó el Fondo de Utilidad Tributaria (FUT) a mediados de los ‘80 es diametralmente opuesto a la coyuntura actual. “Si uno va a la discusión del proyecto de ley de la junta nacional -porque en ese momento no había Congreso-, el mismo Hernán Büchi planteaba que esas medidas eran necesarias por el momento económico que estaba viviendo el país en ese instante. Los años ‘84 y ‘85 el país estaba en cesación de pagos en su deuda externa, y recordemos que el año ‘82 casi se nacionaliza toda la banca en Chile y tampoco había mucho crédito interno”.
Acota que “la situación que el mismo Hernán Büchi planteaba como algo inevitable, que era tener una política de un gran incentivo a la inversión, haciendo que la reinversión no pagase impuesto global complementario, ya no está presente en el país. Por lo tanto, plantear hoy en forma razonable que hay que estudiar la forma de aumentar la recaudación tributaria, evitando estos incentivos -que muchos economistas han planteado que pueden ser excesivos- a la inversión de capital, no debiese tener un impacto muy grande en la percepción de crecimiento a futuro”.
"Atacando la desigualdad se eliminan riesgos a futuro"
"El mayor detrimento para la inversión no es tanto la tasa impositiva de un país, sino la inestabilidad social, la inestabilidad de las reglas de juego", asegura el economista de la Universidad de Chile.
En ese sentido, afirma que "si se logra hacer una reforma tributaria que ayude a mejorar la distribución del ingreso y que ayude a recaudar para invertir en educación, se está 'matando' parte del riesgo de malestar social y de inestabilidad social a futuro y se recaudan recursos a futuro para invertir en educación, que es uno de los factores que tanto el Banco Mundial, el Fondo Monetario Internacional y la OCDE plantean que es uno de los grandes problemas que tiene el país para seguir creciendo".
Al respecto, ejemplifica con la situación que se vivió en el país al comienzo del gobierno de Patricio Aylwin: "No se observó ninguna caída en la inversión, al contrario hubo un 'boom', mucha gente plantea que eso se debió a que en la transición se hizo un nuevo acuerdo, un nuevo pacto. Eso le dio estabilidad al sistema político y social y cuando están presentes esos factores, la inversión aumenta", finaliza.