El triunfo de la DC que logró imponer cambios al proyecto de reforma tributaria del gobierno


Como un triunfo interpretaron en la Democracia Cristiana (DC) los cambios introducidos por el gobierno al proyecto de reforma tributaria. Y es que desde la instalación del gobierno que la tienda se ha sentido ninguneada frente a sus socios del Partido Socialista (PS).

De ahí que pese al compromiso de apoyo irrestricto al programa de la presidenta Michelle Bachelet, la falange no escatimara esfuerzos para influir y modificar algunos artículos de la emblemática reforma impositiva argumentando los efectos que ésta podría tener en las PYME y clase media.

En lo inmediato, la falange consiguió que el ministro de Hacienda, responsable de la tramitación de la reforma, Alberto Arenas, le diera curso a las aprensiones de los DC y corrigiera las facultades del Servicio de Impuestos Internos (SII) para combatir la elusión y evasión. Y pese a que desde ejecutivo precisan que ésta concesión apunta más bien a evitar las presentaciones de inconstitucionalidad que la derecha ha anunciado en esta materia, lo cierto es que personeros del gobierno siguen conversando con representantes de la falange para acercar posiciones respecto a otra de las preocupaciones del partido que encabeza Ignacio Walker: el aumento del impuesto a los alcoholes.

A partir de esto es que el senador Jorge Pizarro y los diputados Pablo Lorenzini y Matías Walker, principalmente, han tratado de evitar el alza que, según el proyecto, se aplicaría sobre la base de la graduación. Es decir, a mayor graduación, más alto sería el gravamen.

Gallito continúa

De ahí que, pese a este avance sobre el tema del SII, la DC no da por concluido su gallito con el Ejecutivo. Ello, porque no pretenden dejar pasar el artículo que grava los alcoholes. De hecho, desde que la reforma tributaria inició su tramitación, el senador Pizarro ha estado en permanente comunicación con el titular de Hacienda, Alberto Arenas, con quien negocia una fórmula que modere este impuesto, aunque aún están lejos de un acuerdo que tiene como plazo fatal la próxima semana, cuando el proyecto se comienza a votar en particular en la Comisión de Hacienda de la Cámara Baja.

Ello, porque desde el Ejecutivo insisten en que si se modera un impuesto, este debe ser compensando de tal manera que no afecte la recaudación total. Por lo pronto, Pizarro ya presentó una propuesta que establece fijar un impuesto único de un 3%, mientras que Hacienda se allana a la idea, pero situándolo en un 9%. De aquí a la próxima semana deberían llegar a una cifra intermedia, habiendo encontrado –adicionalmente- una fórmula que compense la menor recaudación. Una idea que se estudia para eso es el aumento de impuestos en el mercado accionario, que según el Ejecutivo afectaría sólo al 1% más rico del país.

Malestar del PS

Concretar esto no parece fácil y de ello están conscientes en Hacienda, porque creen que podría encontrar resistencia en un sector de la DC. De hecho, apuntan directamente al senador Andrés Zaldívar, por lo que dejan en manos de Pizarro la labor de convencer al parlamentario. Y aquí es donde el PS podría asumir un rol más protagónico, por cuanto en la tienda liderada por Osvaldo Andrade existe molestia hacia sus socios por la actitud asumida durante el debate tributario. Incluso están los que, a raíz de la postura falangista, advierten que a partir de la próxima semana estarían dispuestos a “provocar el debate público, porque esto puede ser un precedente para la reforma educacional”. Y en la Nueva Mayoría estiman que en un debate público la DC lleva las de perder, porque “la gente entiende que se necesitan más recursos para mejorar el país”.