El Senado aprobó el martes el proyecto que exige a los partidos políticos un umbral de 5% de los votos válidamente emitidos para acceder a un escaño en la Cámara de Diputados y regula el problema de los "díscolos", entre otras medidas; pero si costó que la Cámara Alta finalmente votara y despachara la moción a segundo trámite, todo indica que la situación en la Cámara Baja va a ser mucho más compleja y no parece probable que se apruebe en la Sala, llegado el momento. Pero, además, podría traer otras consecuencias políticas.
Ello, porque los diputados están preparados para dar la pelea en contra de la iniciativa. Por lo pronto, el comunista Luis Cuello calificó la reforma como “antidemocrática”, apuntando especialmente al umbral. A su juicio, la polémica moción es una forma “encubierta” de volver al sistema binominal, siguiendo con la argumentación de su partido en el Senado, por lo que anunció que el PC lo rechazará. Aunque se mostró partidario de la norma sobre pérdida del escaño por cambiarse de partido (antidíscolos), pues estima que quienes lo hacen “engañan a la ciudadanía”.
Pero Cuello está lejos de ser el único que se opone a la propuesta, ya que el independiente en la bancada PPD, diputado Jaime Araya, advirtió que el presidente del PPD, senador Jaime Quintana, “nos debe una conversación como bancada”, porque -según se explayó- el timonel sabe que este es un tema sensible y, en su momento, se lo hicieron ver; por lo que se siente “absolutamente decepcionado” por lo que sucedido en el Senado. “Es injusto cuando se dice que los independientes son el problema del sistema y nadie dice que el problema del sistema son los partidos políticos que hacen arreglines, y la forma antidemocrática en que muchos se administran”, acusó.
Las propuestas de los independientes PPD
Araya señala que si los senadores quieren hacer una reforma política podrían acoger las cosas concretas que se le han propuesto, como que para que un partido tenga financiamiento electoral deba votar a lo menos el 75% de su militancia; que si vota menos del 50% eso no es un partido y tiene que disolverse; y, por último, que exista democracia directa, un militante un voto y se acabe esto de elegir delegados para elegir presidente. Aunque esa fórmula no existe en todos los partidos, ya que varios de ellos, como Renovación Nacional, la UDI y la Democracia Cristiana, tienen ya ese sistema de elección interna.
Mientras que desde Acción Humanista (AH), el presidente de esta colectividad, diputado Tomás Hirsch hizo la dura advertencia de que los cambios impulsados podrían afectar gravemente la unidad del oficialismo, cuestionando directamente el respaldo de dirigentes del Socialismo Democrático al proyecto: “Nos parece gravísima la votación. Concretamente, la presidenta del Partido Socialista, Paulina Vodanovic, y el presidente del PPD, Jaime Quintana, han aprobado un proyecto que lo que hace es dinamitar la coalición de Gobierno y hacer virtualmente imposible una lista única para las próximas elecciones, como nos ha planteado y nos ha pedido justamente el Presidente de la República”.
Y desde la Federación Regionalista Verde Social (FRVS), su candidato presidencial, diputado Jaime Mulet, aseguró que quienes respaldan la iniciativa “están estableciendo una especie de democracia protegida, están levantando barreras para no tener competencia, están haciendo modificaciones para quedarse con escaños de personas que han sacado más votos de los partidos que ellos representan y eso es extremadamente grave”.