Economía y Política

Desgaste y luchas internas trizan la coalición de gobierno en Chile

La competencia por el poder entre los partidos de la Concertación debilita al gobierno de Bachelet

Por: | Publicado: Viernes 25 de abril de 2008 a las 05:00 hrs.
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La coalición de centroizquierda gobernante en Chile, la Concertación por la Democracia, ha gobernado por 18 años pero sufre una erosión de su poder en el congreso y divisiones internas que están dañando su cohesión como fuerza política. El país parece estar atravesando un gran realineamiento político, que incluso podría resultar en cambios mayores en el equilibrio de poder en las elecciones generales de 2009.

La Concertación ha estado en el poder desde el regreso a la democracia en 1990. Pero el gobierno de la presidenta Michelle Bachelet, ahora en la segunda mitad de un mandato de cuatro años, ha visto decaer de manera constante sus tasas de aprobación y enfrenta dificultades en varios frentes.

La tasa de aprobación de Bachelet era de 42% en febrero de 2008, con un nivel de desaprobación de 39%. Su gobierno obtiene bajas calificaciones en las áreas de transporte público (tras el complicado lanzamiento de un nuevo sistema de transporte público el año pasado), crimen, desempleo, educación y salud.

Más aún, la administración perdió su mayoría parlamentaria en ambas cámaras del congreso como resultado de la partida de varios legisladores de la coalición gobernante. Esta pérdida de control en el congreso no socavará la gobernabilidad, dada la tradición de pragmatismo y cooperación entre el gobierno y la oposición chilenos. Pero elevará la temperatura política a medida que se acercan las elecciones municipales de octubre de 2008 y las presidenciales y parlamentarias de diciembre de 2009, en especial porque la oposición ha tomado control de las comisiones investigadoras de la Cámara de Diputados (la cámara baja) que estudiarán supuestas irregularidades oficiales. Estos eventos también darán un fuerte impulso a la coalición opositora de centro derecha Alianza por Chile.



Cambios parlamentarios

El alejamiento de legisladores de la concertación es indicativo de la creciente competencia por posiciones de poder entre los cuatro partidos miembros de la coalición y sus numerosas facciones.

En diciembre de 2007, el Partido Demócrata Cristiano (PDC, el más grande de los cuatro partidos) expulsó a su ex presidente, Adolfo Zaldívar, un senador y líder de la facción conocida como “colorines”, lo que condujo a que cinco de los 21 miembros del PDC en la cámara baja dejaran el partido junto con su líder. Un año antes, otro partido de la Concertación, el Partido por la Democracia (PPD) expulsó a su ex presidente Jorge Schaulsohn, provocando que una facción del PPD, incluyendo un senador y un diputado, dejaran el partido a comienzos de 2007 para formar el movimiento Chile Primero.

La Concertación también perdió dos diputados, uno del PPD y otro del PS, quienes están siendo procesados por cargos de corrupción. Esto ha reducido su fuerza parlamentaria a 18 de los 38 asientos en el Senado (cámara alta) y a 57 de los 118 diputados con derecho a votar.

Como resultado la Alianza, formada por Renovación Nacional y la Unión Demócrata Independiente, han podido formar una nueva mayoría con los cuatro senadores “independientes” y controlarán la cámara alta en 2008-09. La situación en la cámara baja es menos clara porque los siete diputados “independientes” son todos ex Concertación, y aunque han acordado operar como grupo, tienen que acordar una orientación política común, incluyendo su postura sobre alianzas.

Esto ha llevado a la Alianza y la Concertación a lograr un acuerdo según el cual la última retendrá la presidencia y vicepresidencia de la cámara baja hasta marzo de 2009, cuando esas posiciones serán llenadas por nominados de la Alianza. El pacto también dio a la Alianza control de 13 de las 29 comisiones a partir de marzo de 2008. Este es un cambio dramático en la cámara baja, ya que todas sus comisiones habían estado controladas por la Concertación desde 1990 y la alianza usará su posición para atacar al gobierno.



¿Nueva era?

El realineamiento gradual de la política chilena refleja, en parte, el hecho de que la Concertación, formada durante las etapas finales de la dictadura militar de 17 años del general Augusto Pinochet puede estar viviendo más allá de su utilidad como fuerza política. La cohesión era una exigencia durante la transición política a la democracia, e incluso después, ya que los militares retenían una autoridad significativa dentro del gobierno y el congreso. Pero en especial tras la muerte del general Pinochet en diciembre de 2006, los lazos que han unido a los partidos de la coalición se han ido soltando.

La probabilidad de un crecimiento económico firme y estable en el período 2008-09 sigue favoreciendo una quinta presidencia consecutiva para la Concertación. Pero, existe el riesgo de una división ya que el PDC considera que el próximo candidato presidencial debe venir de sus filas, mientras que el PS y el PPD argumentan que ellos deberían elegir quién es más capaz de ganar la presidencia.

Más aún, Chile Primero planea presentar un candidato, esperando atraer apoyo de las alas centristas de la Concertación y de la Alianza. Estas tensiones se suman a la inquietud entre muchos del ala izquierda de la Concertación por las continuas políticas económicas pro mercado del gobierno.

Estas fisuras crecientes servirán para fortalecer las posibilidades del candidato de RN, Sebastián Piñera, y podrían poner fin a casi dos décadas de gobierno de la Concertación.

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