Por José Carlos Prado
Desde que asumió como director del Instituto Nacional de Estadísticas (INE), el economista Juan Eduardo Coeymans está esmerado en garantizar la absoluta transparencia como fórmula para detener los constantes cuestionamientos de los que ha sido objeto la entidad.
En ningún momento olvida que llegó al cargo en medio de la polémica que se desató por los datos del Censo 2012 y de las críticas de algunos economistas a la medición del IPC. “Me he reunido con la gente para empezar a entender todo el tema. En algunos temas importantes como el IPC me he metido incluso técnicamente, eso es muy trascendente y creo que ha habido un discurso más alarmista. Son procesos de mejoramiento de los datos que ocurren en todo el mundo”, sentencia.
Si bien ambos casos son de máxima prioridad en su agenda, también enfatiza que está trabajando para potenciar el desarrollo de la institución en diferentes áreas. A pocos días de llegar al edificio ubicado en el paseo Bulnes, en pleno centro de Santiago, Coeymans encargó informes a todas las unidades encargadas de los indicadores que entrega el INE para conocer en profundidad su funcionamiento.
“Es lo que haría cualquier director al asumir un cargo como este”, recalca, pues no quiere que se entienda que existen otras mediciones que están bajo sospecha.
Actualmente el INE levanta datos para las más de 70 mediciones que realiza, varias de las cuales están en permanente perfeccionamiento y actualización.
Las unidades a las que se refiere el director agrupan los distintos indicadores estadísticos según el área temática que abordan. Son cinco en total: Sociales, Demográficas, Económicas Laborales y de Precios.
Cada una de ellas se encarga de realizar las encuestas y elaborar los índices, todo de acuerdo a un calendario de entrega.
“Con las jefaturas estamos en un proceso de ver qué problemas tienen, qué necesidades de recursos humanos. Estamos tratando de analizarlo con una mirada más de largo plazo. Todo esto busca potenciar la institución”, recalca Coeymans.
Y es que el director reconoce que “siendo esta una institución de alto nivel profesional, hay áreas que pueden necesitar más apoyo”.
Es precisamente ese volumen de trabajo el que fue llevando a la entidad a un nivel de exigencia que, reconocen, ya no daba para más con la capacidad tanto física como humana con la que contaban.
Proyectos
En el INE tienen varias iniciativas en carpeta, pero saben que para sacarlas adelante se necesitan recursos. “Para estos nuevos proyectos se requeriría un aumento del presupuesto respecto del año 2013, aumento que formará parte de la negociación presupuestaria”, explica.
En total, para el período 2014 el INE tiene seis proyectos. El primero es un cambio en la base de indicadores coyunturales de actividad económica, iniciativa que considera la revisión, actualización y aplicación de mejoras al Índice de Producción Industrial (IPI), Índice de Actividad Económica Regional (Inacer), estadísticas de construcción, Índice de Comercio Minorista, entre otros.
Además, contemplan proyectos sobre la Encuesta Estructural de Remuneraciones, Estadísticas de Precios de Exportaciones e Importaciones, Sistema Integrado de Estadísticas Económicas y Sociales, Nueva Encuesta Mensual de Alojamiento Turístico y Encuesta de Uso de Tiempo.
Estructura
de la organización
Coeymans también está mirando la estructura organizacional del INE. “Me estoy informando. Esta es una institución que si usted viera el organigrama quedaría espantado, es súper complejo”. Por ello, agrega el director, “también estoy viendo cuál es la forma de organización de otros INE”. Al respecto, afirma que ha visto las experiencias de Nueva Zelanda, Israel y México, entre otras.
Coeymans está convencido que hay algunas restricciones que impiden avanzar en un INE como el que aspira. “Como servicio público tenemos restricciones de flexibilidad para dar los incentivos adecuados a ciertas personas. Debemos tener un equipo de altísima calidad. Esta es una institución pública cuya información es trascendental para las decisiones de políticas públicas, para la investigación, etc.”, afirma.
En ese sentido, apuesta a tener un rol relevante en la discusión que ya se está efectuando en el Congreso sobre el INE autónomo para dar cuenta de las necesidades de la institución.