Economía y Política
“El gobierno está hoy absolutamente sobrepasado con las movilizaciones”
Advierte que el “déficit” del gobierno es que no toma decisiones y que “escucha poco”.
Por: Equipo DF
Publicado: Lunes 4 de julio de 2011 a las 05:00 hrs.
Por Claudia Betancourt M.
-¿Cómo califica la respuesta del gobierno a las masivas movilizaciones?
- El gobierno está hoy absolutamente sobrepasado respecto de estas movilizaciones. La gestión del equipo político, el equipo sectorial, es débil y no da cuenta de un cambio que hay en la sociedad. Una demanda permanente de más democracia, de mejor servicio en el caso de medio ambiente y educación.
- El problema educacional se arrastra hace mucho años ¿cuál es la autocrítica al respecto?
- Obviamente, hay situaciones pendientes. Todo gobierno que asume hereda lo positivo y lo negativo, los haberes y los déficits del gobierno anterior, pero ahí está la virtud y la capacidad de poder generar una manera de conducir. Pero tenemos un gobierno de tecnócratas, un gobierno que le ha estallado en las manos una serie de situaciones que heredadas o no, tienen que hacerse cargo, tomar decisiones, y no lo están haciendo. Está atado por los poderes fácticos y a su propia condición de ser un gobierno de derecha.
- ¿Qué le parece que se haya volcado hacia el Congreso el debate de la educación? La UDI solicitó acelerar el envío de reformas...
- Tenemos un gobierno que escucha poco. Claramente, se produce un situación de canibalismo en su interior donde los distintos partidos de la Coalición por el Cambio, tratan de sacar ventajas sobre lo mal que le va al gobierno.
- ¿Son suficientes las reformas o falta en general, una mejor gestión?
- Estamos en un problema político donde el gobierno no está resolviendo y se saca de encima un problema y lo traslada al parlamento. Y ese es el gran error, el gran déficit político que tiene este gobierno, que no toma decisiones y éstas las personaliza en el presidente de la República y ahí tenemos la enorme baja de popularidad de él mismo.
- ¿Es el Congreso la instancia para este debate?
- Pensar que el Parlamento va a resolver esto con iniciativa legales, eso es no darse cuenta de la profundidad de lo que está ocurriendo en la sociedad.
- La renuncia del ministro Lavín, como lo han pedido ¿resuelve el problema?
- El ministro se encuentra superado. Ya no es un interlocutor válido, cuestionado y objetado por los propios estudiantes por sus conflictos de interés, sin piso político. Los propios hechos señalan que un ministro que no tiene la capacidad de llevar adelante las reformas que requiere el Estado. Él debería dar un paso al lado.
Nuevo pacto
- ¿Cuál ha sido el rol de la Concertación en este clima político? ¿Qué responsabilidad tienen?
- Han quedado en evidencia claros déficit que se produjeron en nuestros gobiernos y en eso hay que ser claro. También quedó en evidencia cierto conservadurismo que se instaló en los últimos años de la Concertación, la falta de profundizar y resolver problemas que subyacen en la sociedad chilena, especialmente, la inequidad en el crecimiento, con una enorme desigualdad.
- ¿Qué han planteado hasta ahora?
- Estamos comenzando a replantear y plasmar en un programa lo que vamos ofrecer a la sociedad. Ese es el gran desafío y se tiene que volcar a través de un programa. No quiero un gobierno con los mismo énfasis que tuvimos en el último tiempo. Un gobierno insensible y que dejó de hacer muchas, que no miró el medio ambiente, un gobierno que no puso el acento en la equidad, en la distribución del ingreso.
- ¿Se refiere a algún personero en especial del gobierno de Bachelet?
- Me refiero más bien a que en la Concertación se estableció una línea neoliberal expresado por el ministro Andrés Velasco, entre otros, que pusieron el acento en el crecimiento y no en la distribución del ingreso. Y eso es lo que tenemos que corregir para contar con el respaldo de la ciudadanía en los próximos comicios.
- Y en este panorama, ¿qué garantía actual da la Concertación?
- La Concertación como conglomerado tiene que expandir sus horizontes. Es el momento de replantearse en un nuevo pacto, una nueva coalición, un frente amplio como tiene Uruguay que se suma la centro-izquierda con un programa claro y preciso de redistribución de la riqueza.