Con sentimientos encontrados recibió el candidato díscolo
Marco Enríquez-Ominami el resultado de la encuesta Time, que lo ubica
virtualmente empatado con el candidato del bloque oficialista, el senador
Eduardo Frei.
Si bien reconoció que este respaldo implica que existe un cambio en la
mentalidad de los chilenos, el socialista se mostró preocupado por el escaso
respaldo en la obtención de firmas para inscribir su candidatura.
"Las firmas van lentas, estoy preocupado. Por eso veo una especie de divorcio
entre las encuestas que nos encumbran (...) versus la lentitud con la que estamos
recolectando las firmas. Insisto, el medio es hostil, es cavernario, está hecho
para que nos caigamos y (pero) vamos a triunfar. Pero tenemos un problema: las
firmas no están", dijo Enríquez Ominami al término de un seminario de la Cámara de Comercio Española.
Críticas de Bowen
En relación a las críticas que realizó el jefe del comando de Eduardo Frei, Sebastián
Bowen, a Diario Financiero, el candidato intentó no caer en polémicas con el ex
director de Un Techo para Chile, aunque respondió a sus dichos respecto a que habría "renegado de su pasado" en la Concertación.
"Yo valoro simplemente que haya jóvenes en el comando, y espero que esos jóvenes
sean de verdad los que mandan, porque cuando nos denostan veo que lo hacen los
mayores y no los jóvenes. Creo que él decidió denostarme también, le doy la
bienvenida al club de los que andan en las campañas hostiles. No es mi estilo",
dijo Enríquez-Ominami, agregando que no se va a dejar "arrastrar en odiosidades y en caricaturas
denostativas".