Expectativas Empresariales caen a zona pesimista
El deterioro del sentimiento de negocios es generalizado y abarca tanto a las grandes empresas como a las pequeñas.
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El abierto estado recesivo de las
economías avanzadas, cuyas prolongadas turbulencias financieras no abandonan
los mercados, y que a su vez se ha traducido en una fuerte caída de los
términos de intercambio para Chile, han terminado afectando severamente
el sentimiento de negocios en las empresas.
Así se desprende del
Índice de Expectativas Empresariales de la CCS (IEE), que en el mes de diciembre registró
una baja de 13 puntos en relación con la medición de septiembre, cayendo a 45
puntos, por primera vez en zona pesimista desde el inicio del indicador, a
fines de 2002. De este modo, el indicador refleja que en promedio las empresas
esperan que las condiciones globales y específicas a un año plazo tiendan a
empeorar respecto a la situación actual, en lugar de mejorar.
Deterioro generalizado
El deterioro del sentimiento de negocios es
generalizado y abarca tanto a las grandes empresas como a las más pequeñas y
también a cada uno de los sectores de actividad económica.
Además, los antecedentes revelan que la tradicional
brecha de optimismo que aventajaba a las grandes corporaciones en relación con
las de menor tamaño, ha quedado absolutamente diluida, por la fuerte corrección
de expectativas que ha tenido lugar en el cuarto trimestre.
En el caso de
grandes empresas, el IEE cayó en 19 puntos, en lugar de los 13 puntos en que
cayeron las firmas más pequeñas. Esto posiblemente está vinculado al carácter
más global de las grandes corporaciones, en un contexto en que la crisis tiene
su epicentro en los países más avanzados, con los que el país tiene una mayor
actividad comercial.
El deterioro en la percepción de negocios que
atraviesa al mapa de empresas en Chile se manifiesta no sólo en la
reorientación de las decisiones de empleo y de inversión, sino también en un
creciente pesimismo acerca de las condiciones económicas globales previstas
para los próximos 12 meses.
Efectivamente, se aprecia que un récord de 59% de
las empresas espera peores condiciones económicas globales a un año plazo, y
sólo un 7% espera mejores condiciones en ese mismo horizonte. Este es un cuadro
exactamente inverso al de inicios de 2005, en que el 59% de las firmas esperaba
una mejoría global, y sólo un 3% un deterioro.
La evaluación del
momento económico actual es aún más desfavorable. Un 72% considera que el
momento presente es peor que el de 12 meses atrás, porcentaje que constituye un
claro récord en los últimos años y que supera holgadamente el 42% observado en
el primer trimestre de 2008.
Perspectivas de ventas y empleo
La ola de mayor pesimismo que se aprecia en las
empresas ha redundado en una modificación importante respecto de las decisiones
de contratación futura. Los antecedentes del cuarto trimestre indican que las
empresas no sólo no pretenden crear nuevas ocupaciones, sino que prevén una
leve reducción de su planta laboral (-0,3%).
Esto marca un cambio importante en
el escenario de empleo de los últimos cuatro años, en que nunca se había
detectado una variación esperada del empleo negativa.
En todo caso, se trata de un escenario consistente
con la mayor parte de las proyecciones, que apuntan a una tasa de desempleo que
puede tener dos dígitos en los meses de invierno y que en promedio puede
acercarse al 9,5%, de acuerdo a las estimaciones de la CCS.
A nivel de sectores, los resultados muestran que el
empleo se resentiría principalmente en la industria, cuya competitividad está
muy dañada por el entorno internacional, y el comercio y servicios, por el
impacto de la crisis en el consumo de los hogares. Los dos primeros esperan
recortar sus plantas laborales en –0,6% en los próximos 12 meses y los
servicios, en –0,4%.
La CCS indicó que la ley de la Semana Corrida es
un elemento que contribuye a acentuar el proceso de destrucción de empleos que
muestra la encuesta empresarial, puesto que su impacto se concentrará precisamente en
estos rubros, en los que los contratos con rentas compuestas por porción
variable y fija son más comunes.
Inversión
Algo similar se aprecia
en las intenciones de inversión futura, que han sido recortadas en forma
importante, hasta los niveles más bajos de los últimos cuatro años. Los
antecedentes indican que las firmas planean un aumento de apenas un 1,9% en sus
inversiones en los próximos 12 meses, en tanto que 2007, justamente en la
víspera del boom de inversión observado en los últimos trimestres, dicho
porcentaje fluctuaba en torno a un 7% y 8%.
En definitiva, las expectativas empresariales
tuvieron una nueva e importante caída, que sugieren que el ciclo económico
pronto comenzará a mostrar más nítidamente el redireccionamiento de las
decisiones de inversión y empleo. Es importante constatar que no hay áreas
inafectadas y que el deterioro es transversal, inundando también a las grandes
corporaciones, habitualmente más optimistas que las empresas de menor tamaño.
Es importante notar, eso sí, que la encuesta fue
tomada durante el mes de diciembre, previo a los anuncios del plan económico
del Gobierno y de la baja de tasas de interés del Banco Central, factores que
podrían haber contribuido a aliviar el cuadro de expectativas.