otra de las medidas clave de la reforma tributaria será el incremento del impuesto de primera categoría (que grava las utilidades de las empresas) de un 20% a un 25% en un período de cuatro años. La mayor novedad vino por el lado de la gradualidad: las mayores alzas se verán en los años 2015 y 2016, con incrementos de 1,5 punto porcentual cada año. En 2014 y 2017 las alzas serán de 1 punto cada año, con lo que al final del período la tasa final será de 25%.
El ministro de Hacienda, Alberto Arenas, aseguró que la medida Modificar el escenario tributario Una duda que reina en el sector privado es la retroactividad del alza del impuesto, considerando que el actual ejercicio contable se realiza con un escenario de tasa de 20%. En 2012, tras el alza de impuestos de 18,5% a 20% que comenzó a regir en septiembre, las empresas chilenas acusaron un impacto importante en sus resultados al tercer trimestre de ese ejercicio.
no generará un impacto en las perspectivas de inversión de los agentes, asegurando que no hay evidencia empírica que asocie alzas tributarias con menores proyectos de inversión.
Para la socia del estudio Fontaine & Compañía, Astrid Hardessen, la reforma carecería de incentivos a la inversión. "Si se va a aumentar el impuesto de primera categoría de un 20 a un 25%, es indispensable establecer más incentivo a la inversión, sobre todo si estamos constatando un proceso de desaceleración económica", explica.
Similar opinión tiene la economista del Instituto Libertad, Trinidad Lecaros, quien pone el foco en el hecho de que en los últimos 12 años el impuesto a las empresas se ha incrementado en 5 puntos, mientras que la misma alza se registraría en apenas cuatro años. "En el fondo, el tiempo es muy corto y las empresas no alcanzarían a ajustarse. Ahí podría haber un efecto en el empleo, porque si a las empresas les falta liquidez, redestinarían capital de trabajo hacia pago de impuestos", señala.
Otra duda que queda entre los expertos es si el alza de impuestos para este año (en caso de promulgarse la reforma antes del fin del año tributario) será retroactiva, considerando que la planificación
tributaria actual de las compañías considera una tasa de 20%. En 2012, al aprobarse la reforma tributaria del gobierno de Sebastián Piñera, el impuesto de primera categoría pasó de 18,5% a 20%, medida que comenzó a regir en septiembre y que generó efectos importantes en los balances de las compañías, quienes debieron asumir una mayor carga tributaria durante el tercer trimestre de dicho ejercicio.
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