Los "dueños" de Petrohué

Los Saltos del Petrohué, aquel paradisíaco rincón sureño visitados anualmente por unas 200.000 personas, tienen dueño: los Schirmer, una familia que suma más de 100 años en el negocio del turismo y la hotelería. Herederos de antiguos colonos de la zona, desde hace varios años mantienen un largo litigio con Conaf, el que debería resolverse en el corto plazo. Ellos confían que a su favor.

Pero su relación con lugares emblemáticos continúa, porque parte de sus terrenos están en el Parque Nacional Vicente Pérez Rosales y en la ribera del Lago Todos los Santos, llegando a los pies de los volcanes Osorno y Tronador. Es en este entorno donde se ubican algunas de sus operaciones hoteleras, las que son disfrutadas por unos 30.000 pasajeros cada año, mayoritariamente extranjeros amantes del turismo aventura.

La historia de esta familia partió en 1913 con el arribo al país del suizo Ricardo Roth, quien vino a hacerse cargo de Chile Argentina, una empresa exportadora de lana de la Patagonia. Visionario, compró la compañía cuando ésta quebró e inició el negocio del transporte entre Bariloche y Puerto Varas a través de Andina del Sud. A su muerte, los hijos se repartieron la fortuna y fue la hija, Nana Roth, casada con Franz Schirmer, quien se quedó con los hoteles de Puerto Blest y Puerto Frías, en Argentina, y Peulla y Petrohué, en Chile; y su hijo con el de transporte, negocio que sus descendientes mantienen hasta el día de hoy bajo la marca ADS Mundo. Con la llegada de Perón al gobierno trasandino les expropiaron los dos hoteles de ese lado de la cordillera, quedándose sólo con los chilenos.

Hoy Alberto Schirmer Roth opera los hoteles Peulla y Natura en Peulla; mientras que su hijo Franz, está a cargo del Puelche de Puerto Varas, donde participa junto a dos socios más, y el Petrohué en la ribera del Lago Todos los Santos, que con 95 años es el más antiguo de todos, aunque debió ser reconstruido tras un incendio ocurrido en 2002. Además, participan en la sociedad que administra el Centro de Ski Volcán Osorno, junto a otras familias hoteleras de Puerto Varas como los Opitz y Vicencio.

Pero los Schirmer no se quedan quietos. Para potenciar el negocio crearon el Profo First Patagonia (Programa de Fomento de Corfo), con los cuatro hoteles y la agencia de turismo aventura Expediciones Petrohué, con el objetivo central -explica Franz Schirmer- de “estandarizar los servicios, porque si salimos a vendernos como destino la calidad debe ser homogénea”.

También sabe que la actual crisis financiera internacional les obligará a “replantearnos algunas cosas y tomar acciones en el mercado local”.



Historias de reality

Las historias que cruzan los hoteles son innumerables, sobre todo en el Petrohué, donde se han alojado desde el mismo ex presidente estadounidense Teodoro Roosvelt, el Príncipe de Japón; o ha “jepeado” el Príncipe Felipe de España: “su último día en Chile lo pasó con nosotros descansando”; o el tenista Fernando González junto a su, también famosa tenista argentina.

Pero, sin duda, que uno de los hitos en estos largos años de historia del Hotel Petrohué es el haber sido elegido por el famoso reality de la cadena norteamericana CBS, The Amazing Race, como locación. “Fueron dos meses de preproducción, con un equipo de 300 personas, y dos días de filmación con las doce parejas de concursantes”, recuerda Franz Schirmer, quien debió actuar de productor local respondiendo a exigencias tan específicas como conseguir 12 guías de alta montaña certificados, “algo muy difícil de lograr, considerando que en Chile no existe una sola certificación para este tipo de actividad”.  El balance fue positivo, “estuvimos en dos capítulos del reality, que es el más visto del mundo”..

Vocación turística

Franz Schirmer vive el negocio del turismo en la piel, es full deportista, practica desde vela hasta andinismo y acaba de subir el Volcán Corcovado por una ruta muy poco explorada. ¿Su objetivo? Buscar siempre nuevas ofertas para su osados pasajeros. Uno de los circuitos más atractivos y menos conocido es el Paso Bariloche, que en cuatro días cruza la Cordillera de los Andes hasta Argentina, pasando por alerzales y antiguas tierras donde habitaban indígenas.