Una nueva moderación se apresta a protagonizar la inflación durante mayo. De acuerdo con las proyecciones del mercado, plasmadas en las últimas Encuesta de Expectativas Económicas (EEE) y Encuesta de Operadores Financieros (EOF), el Índice de Precios al Consumidor (IPC) repetiría el alza de 0,2% mensual observada en abril y ello se traduciría en un paso de la medición anual desde 4,5% a 4,4%.
Por productos, habrían subido pasaje de bus, paquete turístico, carnes y pescados, arriendos y vestuario. Pero serían parcialmente compensados por las bajas en frutas y verduras frescas y combustibles, planteó el gerente de macroeconomía de Inversiones Security, César Guzmán.

La economista del Observatorio del Contexto Económico de la Universidad Diego Portales (OCEC-UDP), Carolina Molinare, profundizó que se verán alzas en las hortalizas de estación y el tomate, debido a factores estacionales propios del invierno.
“Además, el componente de precios volátiles sigue mostrando cierta persistencia inflacionaria, particularmente por el alza en el suministro eléctrico. Sin embargo, este efecto se verá parcialmente compensado por la caída en los precios de los combustibles y la apreciación del tipo de cambio observada en mayo, que contribuyen a una menor presión inflacionaria”, agregó Molinare.
Desde Scotiabank Chile, señalaron en un reporte que por el lado de alimentos, los productos lácteos y los huevos tendrían la mayor incidencia positiva en el registro mensual, seguida de las carnes. Como contrapartida, las frutas y verduras frescas habrían mostrado caídas de precios, al igual que algunos aceites.
En el mismo informe, aseguraron que trabajaron bajo el supuesto de un alza en la difusión inflacionaria, en la previa del evento Cyber Day de junio. “Esto afectaría principalmente los precios de bienes dentro de la canasta del IPC, mientras que los servicios mostrarían un nivel de difusión inflacionaria similar al promedio de los últimos años para un mes de mayo”, se lee en el documento.
El equipo económico liderado por Jorge Selaive proyectó un alza del IPC sin volátiles de 0,3% a nivel mensual, y de 3,4% anual.
Mirada de mediano plazo
Ad portas de que el Instituto Nacional de Estadísticas (INE) publique el IPC de mayo este viernes, el Banco Central dio a conocer este miércoles su Encuesta de Determinantes y Expectativas de Precios (EDEP) correspondiente al trimestre móvil febrero-abril.
Aquel sondeo reveló que la mediana de las expectativas de inflación de las empresas para los próximos 12 meses se mantiene en 4%, mientras que a 24 meses sube a 4% desde el 3,7% de la encuesta previa.
Lo anterior, en un contexto en que las últimas proyecciones del instituto emisor -plasmadas en su Informe de Política Monetaria (IPoM) de marzo- apuntaban a una inflación en 3,8% en diciembre, y que esta convergería a la meta de 3% a inicios de 2026.
Por parte del mercado, la EEE de mayo contemplaba que en el último mes del año el IPC exhibiría un aumento anual de 4%.
Fynsa e Inversiones Security suscriben ese número, mientras que en el OCEC-UDP la ven bajo el 4%.
En el caso de Santander, prevén que la inflación continuará normalizándose, especialmente en el último trimestre del año, cerrando en 3,7%, beneficiada por el efecto base de las tarifas eléctricas.
“Esto ya se observa en la velocidad a la que avanza el componente sin volátiles -indicador que refleja las tendencias inflacionarias- que se ubica en torno al 2% anualizado, a lo que se suma un precio del petróleo que continúa bajo y efectos de segunda vuelta que permanecen acotados. Estos factores se mantendrán durante el próximo año haciendo que la meta se alcance durante la primera mitad del próximo año”, señaló su economista, Rodrigo Cruz.
Mientras que los agentes de mercado se acoplan con la entidad monetaria y apuestan porque la meta se alcanzará en el primer trimestre de 2026.