En su reunión mensual de política monetaria, el Consejo del Banco Central acordó mantener la tasa de interés de política monetaria en 5% anual por quinto mes consecutivo y en concordancia con las expectativas del mercado.
Según el consejo del emisor, en el ámbito externo los problemas financieros y fiscales de la Eurozona continúan acentuándose y la incertidumbre acerca de cómo se resolverá esta situación es mayor, mientras que en los mercados globales, la volatilidad y aversión al riesgo se han incrementado nuevamente.
"Los indicadores económicos de Estados Unidos, China y otras economías emergentes siguen mostrando un desempeño más débil que lo anticipado por las expectativas de consenso. Los precios internacionales de las materias primas, incluyendo cobre, petróleo y alimentos, registran una nueva disminución, aunque su nivel sigue siendo elevado en términos históricos", fueron los factores que analizó el emisor para mantener la tasa.
En el plano local, en tanto, el Banco Central explicó que los indicadores de actividad y demanda evolucionan en torno a
tasas de tendencia.
Pese a que el mercado laboral sigue ajustado, el emisor observó que se observa una moderación en el ritmo de crecimiento del empleo y la inflación anual del IPC, mientras que las medidas de inflación subyacente se ubican alrededor de 3%.
Por otra parte, la antidad explicó que durante los últimos meses, los componentes más volátiles de la canasta mostraron una incidencia negativa en el IPC, a diferencia de lo observado en el primer trimestre del año.
"Las expectativas inflacionarias permanecen en torno a la meta en el horizonte de proyección (...) El Consejo reafirma su compromiso de conducir la política monetaria con flexibilidad, de manera que la inflación proyectada se ubique en 3%", estimó.
Por último, el emisor añadió que los efectos de la mayor volatilidad internacional sobre los mercados financieros internos han sido acotados.