Tal como se esperaba, el Banco Central mantuvo ayer la tasa de política monetaria en 5,0%.
Como antecedentes de su decisión, el instituto emisor explicó que los recientes anuncios en la Eurozona fueron bien recibidos, aunque los riesgos fiscales continúan elevados y los mercados financieros mantienen una alta volatilidad. “Los indicadores económicos de Estados Unidos, la Eurozona, China y otras economías emergentes vuelven a mostrar un desempeño más débil que lo anticipado por las expectativas de consenso”, destacó.
Además, destacó que a nivel interno los indicadores de actividad y demanda, si bien se han desacelerado menos que lo esperado, evolucionan en torno a tasas de tendencia.
Finalmente, pese a que en los últimos meses la inflación se ha ubicado en terrenos más bajos que los esperados. “En los últimos meses, los componentes más volátiles de la canasta, energía y alimentos, muestran una incidencia negativa en el IPC, a diferencia de lo observado en el primer trimestre del año. Las expectativas inflacionarias de mediano plazo permanecen en torno a la meta”, indicó el ente rector.