"La principal candidata presidencial de Chile, Jeannette Jara, es comunista. Pero no de ese tipo de comunista, aclara ella", dice Bloomberg.
De tono pausado y perteneciente a una coalición de izquierda, busca ampliar su atractivo hacia el centro político sin renunciar a su militancia de toda la vida. Una de sus estrategias para lograrlo es prometer que designará a una tecnócrata como ministra de Hacienda.
Miembro del Partido Comunista desde los 14 años, Jara afirma que nombrará a una mujer con perfil técnico para mantener bajo control el gasto y la deuda pública, y califica como “infundadas” las dudas de los inversionistas sobre la disciplina fiscal de su equipo.
En una entrevista este miércoles, Jara mencionó que dos mujeres que encajan con ese perfil son la actual subsecretaria de Hacienda, Heidi Berner, y Paula Benavides, presidenta del Consejo Fiscal Autónomo. Aunque señaló que aún es temprano para ofrecer formalmente el cargo, destacó la confianza y respeto mutuo que han desarrollado trabajando juntas en el gobierno.
Entre las otras opciones que baraja para el cargo mencionó a los economistas Luis Eduardo Escobar y Osvaldo Rosales. Pero agregó que al trabajar con una mujer competente “se pueden decir las cosas con respeto y la relación no se rompe por eso. Eso nos distingue en este tipo de roles de los hombres, cuyo ego a veces interfiere”.
A los 51 años, Jara -exministra del Trabajo- lidera una coalición de nueve partidos de cara a la primera vuelta del 16 de noviembre. Quien gane gobernará la nación más próspera de América Latina y el principal productor mundial de cobre. En su campaña, promete mejorar los servicios públicos, enfrentar la delincuencia y reforzar la seguridad fronteriza, sin descuidar la responsabilidad fiscal.
“Chile no puede desperdiciar ni un minuto en cumplir las reglas fiscales. Tenemos que hacerlo”, sostuvo. “La prosperidad de un país no depende de imprimir dinero, sino de crecer y asegurar que ese crecimiento llegue a todos”, dijo.
El giro de Jara hacia el centro se vuelve más urgente en un contexto donde los chilenos expresan su frustración por el crimen, la migración clandestina y la debilidad económica -temas tradicionalmente dominados por candidatos conservadores-. Las encuestas recientes la posicionan como probable finalista en el balotaje del 14 de diciembre, aunque perdería ante los principales aspirantes de derecha que buscan suceder al Presidente Gabriel Boric.
Sus rivales incluyen al ultraconservador José Antonio Kast y a la candidata de centroderecha Evelyn Matthei, ambos con promesas de reducir el gasto público, bajar impuestos corporativos y deportar a miles de migrantes indocumentados. Otro competidor, el libertario Johannes Kaiser, ha registrado un repunte en el apoyo de última hora.
Al exponer su visión económica, Jara suena lejos de ser una comunista radical. Prometió que su “mayor inversión” será en la reforma de la salud, donde planea destinar 0,4% del PIB, y reiteró su propuesta de establecer un ingreso mensual base de $ 750 mil pesos, combinando salario mínimo y transferencias estatales.
“No hay razones para que los inversionistas se preocupen”, afirmó. “Esto no es utópico. La diferencia es que para nosotros es imperativo que la gente llegue a fin de mes”.
A la vez, sostuvo que no creará nuevas empresas estatales, pero está abierta a ampliar concesiones privadas para incentivar la inversión en infraestructura. Se comprometió a impulsar oportunidades en energías limpias y a “revivir el sueño” de llevar nuevamente a Chile hacia el desarrollo.
“Quizás eso no suene comunista, y tampoco me visto así. Pero quiero que todos en Chile tengan las mismas oportunidades. Eso es lo que significa ser comunista en Chile”, aseguró.
Orígenes y trayectoria
Jara nació en Conchalí y la mayor de cinco hermanos. Estudió administración pública y derecho, y se hizo conocida por liderar la reciente reforma previsional del Gobierno de Boric. Su carrera en el servicio público incluye pasos por el Servicio de Impuestos Internos y el Ministerio de Desarrollo Social.
En junio, arrasó en las primarias de la izquierda, derrotando a Carolina Tohá, figura moderada y favorita inicial, quien esta semana expresó públicamente su respaldo a Jara.
Aun así, la candidata no ha logrado desprenderse completamente del peso histórico del Partido Comunista, que con frecuencia es criticado por defender regímenes autoritarios como los de Venezuela y Cuba. El partido fue marginado durante décadas hasta que la expresidenta Michelle Bachelet lo incorporó a su coalición hace poco más de 10 años.
Durante el Gobierno de Boric, los comunistas ocupan tres ministerios clave: Justicia, Educación y Secretaría General de Gobierno.
Jara señaló que impulsará una mayor integración latinoamericana y mantendrá el compromiso de Chile con el multilateralismo. Sobre Donald Trump, comentó que trabajará por relaciones diplomáticas sólidas: “Aunque no me gusta Trump en absoluto, la verdad es que el pueblo estadounidense lo eligió”, dijo. “Soy respetuosa de eso”.
“Chile tiene un gran interés económico en su relación con Estados Unidos y los tratados de libre comercio también han contribuido a ello”, añadió.