Por estos días, previo a la segunda vuelta presidencial, los equipos de ambos candidatos –oficialista más la DC Jeannette Jara y opositor José Antonio Kast- han elaborado distintas estrategias para atraer al electorado de Franco Parisi, un 20% que especialmente a la aspirante comunista a La Moneda le vendría muy bien.
La semana pasada, el Partido de la Gente (PDG) anunció que sus militantes tomarían la decisión sobre el candidato presidencial al cual apoyar en el balotaje, generando expectación en ambos comandos. Mientras que un estudio de Unholster analiza y perfila al votante de Parisi que, según señala logró convencer a más de un tercio de los menores de 35 años, llegando al 38,1% de votantes en ese segmento. Que, además, es un fragmento que en la elección anterior se inclinó por el actual Presidente Gabriel Boric.
Solo 20% del PDG votará por Kast y 2% por Jara
Entones, tal como había anunciado este domingo, el partido hizo una consulta online, en la que las opciones eran Jeannette Jara, José Antonio Kast, Nulo o Blanco. ¿El resultado? Por Jara se inclinó un 2% de los militantes del PDG; por Kast lo hizo el 20%; y, un significativo 78% se volcó por la opción “Nulo o Blanco”.
Con este resultado, no termina de cerrar la “persecución” del voto Parisi, por el contrario deja tan abierta como antes la búsqueda de una estrategia para convencer al 20% que se inclinó a votar por el fundador del PDG en la primera vuelta. De ahí la importancia de conocer a quienes aspiraban a que los chilenos ungieran al economista como su siguiente jefe de Estado.
Perfil del votante Parisi
Una de las cifras más sorprendentes del estudio de Unholster es aquella que revela que el 73,2% de los electores de Parisi rechaza al actual Gobierno, cifra que se ubica muy por encima del promedio nacional (57,7%); el 69,5% se declara ni de izquierda ni de derecha y mientras a nivel nacional un 18,7% se ubica en la centroizquierda, como su casa política, entre quienes votan por el economista llega sólo a un 1,8%.
Una de las razones que esgrime el estudio para que los jóvenes se volcarán hacia una candidatura considerada, hasta cierto punto, como outsider fue la implementación nuevamente del voto obligatorio. Tanto es así que un 37% de quienes en 2021 no votaron o lo hicieron nulo o blanco, esta vez se inclinaron hacia Parisi, grupo al que Unholster llama "votante obligado".
Y este votante obligado también tiene sus características. Uno de sus elementos llamativos es que sólo el 37,2% prefiere la democracia a cualquier otra forma de gobierno, lo que según el estudio "revela una adhesión significativamente menor al sistema democrático, siendo la diferencia más notable su indiferencia entre un régimen autoritario y uno democrático". Así mismo, en términos valóricos, estos votantes son más conservadores: El 62% está en desacuerdo con el aborto libre; el 42% se considera moderadamente religioso; en lo que respecta al tópico económico prefieren la iniciativa privada, el 55% no cambiaría sus fondos a una AFP estatal, el 72% estima que los servicios básicos deben estar a cargo del que responda mejor, ya sea el Estado o los privados; y, por último, el 50,7% tiene poca o ninguna confianza en los mapuches.
De lo que concluyen que "los votantes obligados conforman un electorado más conservador en lo valórico, más pragmático en lo económico y con menor compromiso democrático que los votantes habituales"; por lo que "su incorporación al padrón electoral representa un cambio sustancial, que en esta oportunidad Parisi supo interpretar de mejor manera".
Explicación sobre alta votación en el Norte
En lo que respecta a la votación del Partido de la Gente, es decir, los parlamentarios que resultaron electos (14), Unholster explica que Parisi "concentró votos en comunas donde los hombres estaban empleados, pero las mujeres enfrentaban menor empleo, característica de territorios con economías menos diversificadas", lo que podría contribuir a darle sentido a "por qué le fue tan bien en el norte", señala el estudio.
Por otro lado, comunas más secularizadas votaron menos por Parisi, "lo que contrasta con su narrativa de candidato outsider y sugiere que su base electoral era cultural y religiosamente más tradicional". Además, "aunque el efecto es numéricamente pequeño, existe una correlación clara entre inseguridad e intención de voto por Parisi".
En resumen, según el estudio, Franco Parisi "supo interpretar al joven que se vio obligado a votar, que rechaza al Gobierno, que vive en comunas populares, donde hay más oportunidades laborales para hombres que para mujeres y que cree en alguna religión y, probablemente, vive en comunas con más inseguridad".
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