Nueva Constitución: Piñera promulga ley que da luz verde al plebiscito de entrada en abril
En caso de que se imponga la opción “SÍ”, por el cambio de la Carta Fundamental, se daría inicio al proceso constituyente, tras 40 años de vigencia de la Constitución de 1980. Si gana el NO, se mantendrá el texto vigente.
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Flanqueados por varios ministros; el titular de la Corte Suprema, Haroldo Brito y el presidente de la Cámara Iván Flores, el presidente Sebastián Piñera y el expresidente Ricardo Lagos Escobar firmaron la ley que permite la realización del plebiscito de entrada del 26 de abril de 2020 con el que se daría inicio al proceso constituyente.
La ceremonia, considerada como “histórica”, era seguida atenta por decenas de invitados que, en el Patio de Los Cañones en La Moneda, habían escuchado al mandatario explayarse acerca de lo que los chilenos deben esperar de la nueva Constitución. Eso, en el caso de que esa opción se imponga en el plebiscito.
“Los chilenos se enfrentarán a dos opciones igualmente legítimas”, dijo el mandatario : Una Asamblea Constituyente (AC) o, el otro camino, una vía para perfeccionar la Constitución actual.
De vencer la propuesta de una nueva Constitución, la AC tendrá un plazo para aprobar el nuevo texto que, en otro plebiscito, deberá ser ratificado por la ciudadanía.
República unitaria
Piñera dijo que algunos de los principios que tendrá que respetar el nuevo texto es el carácter de República que tiene Chile y su régimen democrático, las sentencias judiciales firmes y ejecutoriadas; y los tratados internacionales ratificados por el país y que se encuentren vigentes. Además, dijo “no podrá poner término anticipado al período de autoridades electas por votación popular”.
El mandatario indicó también que la nueva Constitución deberá mantener los pesos y contrapesos entre las instituciones, la separación de los poderes del Estado y una arquitectura institucional y un mecanismo para resolver las controversias, lo que molestó a algunos de los presentes, como Flores y el timonel del PPD Heraldo Muñoz, por considerarlo como un intento de Piñera por “pautear” el proceso, fijando los límites y temas que debiera abordar.
Incluso, evitando el exceso de expectativas, el mandatario advirtió: “La Constitución no es una vara mágica que resuelve en forma instantánea todos los problemas. Debemos evitar caer en un extenso catálogo de aspiraciones y también evitar un exceso de reglamentaciones detalladas de todas las instituciones”.
El mea culpa de Lagos
Al término del acto, al que también asistieron constitucionalistas, parlamentarios, dirigentes políticos y la presidenta del Tribunal Constitucional, María Luisa Brahm, entre otros-, el expresidente Lagos expresó su satisfacción ante el hecho de que se avance en la línea de generar una nueva Constitución.
“Es cierto, me tocó el 2005 firmar una Constitución que, pasado el test democrático no nos satisfacía plenamente, pero era mejor esa Constitución que mantener los enclaves autoritarios”, reconoció el exmandatario, quien añadió que la importancia de este acto se debe a que “durante 30 años buscamos un momento en el cual se pudiera construir una Constitución entre todos”. Y aprovechó la ocasión para advertir que “no me gusta a ratos un Chile que se ve tan polarizado”.
Quien también valoró la jornada fue el ministro del Interior, Gonzalo Blumel, para quien “este día va a ser recordado como un día histórico, porque se pone en marcha el proceso constitucional, que se va a definir en el plebiscito del 26 de abril”.
La autoridad destacó, además, que este consenso “se construyó en base a un acuerdo amplio, donde participaron todos los sectores. Y, eso, en los tiempos que corren es una muy buena noticia”. Acto seguido planteó que este avance “contribuye a ir encausando una salida para superar esta crisis que vive nuestro país desde el 18 de octubre”.
Participación UDI
En todo caso, quien sorprendió al llegar a Palacio fue la timonel de la UDI, senadora Jacqueline van Rysselberghe, pues había señalado con anterioridad que no participaría del acto. Pero lo que más llamó la atención fue que, en un primer momento, no saludó a los timoneles de RN, Mario Desbordes, y Evópoli, Hernán Larraín Matte, quienes conversaban con el titular de Interior, Gonzalo Blumel.
Después de tanta controversia durante el fin de semana, en que la UDI y su timonel se enfrentaron con sus socios de pacto a través de la prensa, todos estaban pendientes de este encuentro. Y una exclamación, espontánea e inevitable, brotó de las gargantas de los presentes cuando, la senadora se saltó a los dirigentes aliados del saludo.
Más tarde, Van Rysselberghe aclaró que después los saludó y que más temprano se reunió con el Presidente para explicarle las razones de su molestia con RN y Evópoli: “porque no pueden decirme en una portada de diario que estoy con pataleta. El que sea mujer es un hecho de la causa, pero yo representó institucionalmente a un partido”, sentenció.
Itinerario: dos plebiscitos y una elección
Con la promulgación de la ley, se inicia el itinerario para llegar a la redacción de una nueva Constitución.
El próximo paso es el plebiscito de entrada fijado para el 26 de abril del próximo año. La papeleta ofrecerá votar por una Convención Constitucional (155 miembros electos por la ciudadanía) o una Convención Mixta Constitucional (172 miembros, divididos en partes iguales: 86 electos por la ciudadanía y 86 parlamentarios en ejercicio, electos por el Congreso Pleno).
Luego y en un plazo máximo de 30 días el Tribunal Calificador de Elecciones se deberá pronunciar acerca de si se aprobó o rechazó la convocatoria a una nueva Constitución y el mecanismo elegido.
Si se rechazó, el proceso finaliza en ese momento. Si, en cambio, se aprueba el proceso continúa con el mecanismo más votado.
El 25 de junio de 2020 será la última fecha para incluir los cambios previos a la elección de delegados (escaños reservados, paridad de género y normas especiales para independientes).
Cinco días después de la comunicación del TRICEL, el Presidente deberá convocar a elección de delegados; que se realizaría el 25 de octubre junto con las municipales y de gobernadores. Y 30 días después el Tricel proclamará a los delegados.
En septiembre o diciembre de 2021 (si se prorrogó su mandato), la Convención deberá entregar un texto aprobado por 2/3 de sus miembros en ejercicio.
En diciembre de 2021 o marzo de 2022 se realizará el plebiscito ratificatorio de salida para aprobar el nuevo texto y la nueva Constitución se debería publicar en febrero o mayo de 2022 a más tardar.