El Servicio Nacional del Consumidor (Sernac), realizó un
sondeo para saber cuánto cuesta un avance en efectivo, el que concluyó que un
41% del costo de dicha operación corresponde a comisiones.
El análisis considera un avance en efectivo de $ 100.000 a 12 meses, adquirido con 14 tarjetas bancarias y cooperativas, 12
tarjetas del retail y créditos simples de cinco Cajas de Compensación.
El costo total de un avance en efectivo puede ir
desde $ 100.600 (Tricard) hasta $ 236.099 (Banco Santander), lo
que implica una diferencia de $ 135.499 o un 135%. Es decir,
un consumidor puede terminar pagando más del doble de lo que pidió si accede a
las condiciones menos convenientes.
En cuanto a la diferenciación por tipo de clientes,
en el caso del Banco Santander, dos consumidores que pidan el mismo monto y
plazos, pagan hasta $ 121.965 de diferencia dependiendo del tipo de
clientes que sean para la empresa y las características en que se efectúe la
operación.
En el caso de las cajas de compensación tienen el
menor costo promedio (y costo único) por un crédito simple de $ 100.000 en
12 cuotas. Le siguen las tarjetas de crédito bancarias con un mínimo promedio
de 113.503 o un 13,5% de incremento, pero el máximo es de $ 172.509 o un 72,5% adicional a lo solicitado. En las tarjetas de crédito
no bancarias el monto promedio mínimo de la operación es de $ 125.044 o un 25% de incremento y el máximo es de $ 155.349 o un 55,3% de
incremento.
Sobre si es más conveniente pedir un avance o usar
la tarjeta, el Sernac comparó el costo de un avance en efectivo o crédito
simple de $ 100.000 a 12 meses con la simulación de la compra de una estufa
con ese valor. Comparando los totales mínimos y máximos, en más del 90% de los casos, es más económico realizar una compra con tarjeta que
efectuar un avance en efectivo para adquirir el mismo producto.