Tasa de interés se mantendría en 5% en 2012 y mercado se divide tras recorte de enero
Según el sondeo, la unanimidad de los consultados afirmó que el indicador rector se mantendrá en 5% en marzo.
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Por Cristián Torres Erpel
Positivas fueron las cifras que entregó la Encuesta de Expectativas Económicas de febrero, publicadas ayer por el Banco Central. El mercado elevó en 3 décimas la proyección de crecimiento para este año y la ubicó en 4,4%.
Además, pese al incierto panorama internacional, el Imacec de febrero llegaría a un 4,5%, mientras que el PIB del primer trimestre sería de un 4,7%. Para 2013 y 2014 los economistas consultados mantuvieron en 5% la proyección de crecimiento.
El sondeo dio cuenta, además, de un consenso al alza en las estimaciones de precios, y apunta a un avance de 0,5% en el IPC de marzo.
Con lo anterior, que demuestra una desaceleración más suave de la actividad económica de lo que se esperaba y una mayor inflación en el corto plazo, el consenso estima que el Banco Central implementaría una estrategia monetaria que incluya un menor estímulo.
En esta línea, se prevé de forma unánime que el Consejo decidiría mantener la Tasa de Política Monetaria en 5% en su reunión de marzo.
Más aún, se estima que la tasa de instancia monetaria finalizaría el ejercicio actual en un nivel de 5%, a diferencia del 4,75% que se proyectaba el mes anterior y que se elevó de manera automática luego de conocerse el dato de inflación de febrero de 0,4% que sorprendió al mercado.
Además, se espera que en 23 meses el indicador rector se ubique en 5,25%.
Recorte de la tasa de interés en enero en la mira
Al analizar los datos, se aprecia una mayor dispersión sobre el futuro de los tipos y las medidas para controlar las alzas inflacionarias. Por ello, un grupo de economistas prevé una mantención hasta fin de año, incluso con una eventual alza en caso de mantenerse las positivas cifras de los primeros meses del año.
Por otro lado, un sector del mercado afirma que es apresurado hacer este tipo de juicio y que no debe descartarse por completo que el Central aplique nuevos recortes.
Estos antecedentes abren una duda para los expertos: ¿fue una decisión acertada el recorte de la tasa de política monetaria en enero pasado?
Para el economista y analista de Rojas y Asociados, Patricio Rojas, la decisión en el momento que se tomó en el primer mes del año fue acertada. “La economía se venía desacelerando fuerte en el tercer trimestre del año y se preveía de que el cuarto trimestre la economía iba a tener un ritmo bastante bajo, esto sumando a un escenario externo que se veía complicado, y un 2012 con un crecimiento relativamente pobre”, afirmó Rojas, al respaldar la decisión.
A eso agregó que hace dos meses, la información que se tenía hablaba de una demanda interna desacelerándose más rápido, “cosa que no ha ocurrido”, algo que hoy sí se permite aventurar, dado que la economía tomó mayor ritmo en el último trimestre del año pasado y también se está observando una situación algo más favorable en los primeros meses del año 2012.
Esto sumado a un panorama internacional más favorable, “en el sentido de que la opción de la crisis externa ha desaparecido prácticamente”, y adicionalmente “hemos visto un mercado laboral más apretado”.
Similar percepción sobre una adecuada decisión del Central tiene el economista jefe de Banchile Inversiones, Rodrigo Aravena, para quien el escenario que había dos meses atrás era distinto al de hoy, “por los riesgos financieros y por las muy bajas presiones inflacionarias”, lo que hacia muy razonable un recorte de tasas, asegura.
A su juicio, dada la información que había hasta ese minuto, no se podía esperar más, para empezar a bajar la tasa. “De hecho, la duda que existía en enero, era si el Banco Central había partido tarde o no con el proceso de recorte”, recordó Aravena.
Por el contrario, el economista senior de la Consultora Zahler & Co., Hermann González, dijo que ellos no compartieron la decisión que se tomó en ese momento, porque advertían que habían muchos riegos al alza en la inflación, así como la escasa holgura que presentaba el mercado laboral y las presiones salariales, agregado a un dinamismo de la demanda interna. “Esto llevaba a ser cautelosos”, asegura.
Para González, con los datos anteriores, no era necesario bajar la tasa en 25 puntos base en enero, “sino que se debió esperar a cómo evolucionaba la inflación”.
Este juicio es respaldado por el economista jefe de BCI Estudios, Jorge Selaive, quien aseguró que las cifras están ratificando que “parecía prudente que el Banco Central hubiera esperado antes de bajar esa tasa”.
Asimismo, el economista aseguró que con los datos que se manejan hoy, era mejor mantener la TPM, ya que estamos viendo una economía local que se muestra muy “resiliente en el gasto y también con sorpresas inflacionarias en el ámbito de los precios subyacentes”.