POR CONSUELO MEJÍAS SMITH
Desde que el ministro de Economía, Pablo Longueira, convocó a una mesa de trabajo entre las cadenas supermercadistas -representadas por la Asach-, la Asociación Gremial de Proveedores (Agip) y la Confederación Nacional de la Micro, Pequeña y Mediana Empresa (Conapyme), se encendieron las luces de alerta para los abogados y expertos en libre competencia. Y es que consideran que podría ser un foco de riesgo de coordinación entre las partes.
Si bien la Fiscalía Nacional Económica (FNE) no se ha pronunciado al respecto, en mayo pasado frente a la mesa de pesca -para buscar un acuerdo entre representantes industriales y artesanales- dijo: “Se advierte que las mesas de trabajo que reúnen a competidores pueden hacer surgir riesgos de coordinación, dependiendo de los temas y de los mercados de que se trate, de manera que las autoridades que las congregan y quienes asistan a ellas podrían llegar a incumplir la normativa de libre competencia”. Y añadió que en ese caso la FNE tiene la facultad de pedir al Tribunal de Defensa de la Libre Competencia que recomiende al Presidente de la República la modificación o derogación de preceptos legales o reglamentarios que estime contrarios a las normas antimonopolios.
Desde el ambiente jurídico también se critica que esta convocatoria del gobierno no considera lo estipulado en la guía para evitar prácticas anticompetitivas al interior de los gremios -emitida por la FNE-, donde se señala que “la coordinación entre competidores puede producir efectos anticompetitivos”.
“Esto no es una discusión por abuso de posición dominante o cualquier otra figura, es netamente de dinero”, afirmó un experto en libre competencia, quien recuerda que el principal interés de los proveedores es que se les pague regularmente, en un plazo estipulado y conveniente, tal como lo han manifestado a través de la prensa.