KLM entregó anoche a los sindicatos de Alitalia una
propuesta en la que mantiene la supresión de 1.620 puestos de trabajo en
Alitalia y 500 en la filial de mantenimiento, aunque se compromete a ofrecer
una mejora de las condiciones, según informa la prensa local.
El documento, de nueve páginas, destaca que la aerolínea
franco-holandesa "ha elegido una línea de conducta de no abandonar a ningún
empleado", aunque señala que las condiciones de los despidos no se podrán
establecer hasta el final del proceso de privatización de Alitalia.
Los despidos se repartirán entre 1.500 dependientes de
Alitalia, 100 trabajadores en el extranjero y 500 empleados de Az Servizi, pero
en este último caso serán reintegrados en la compañía. Concretamente, se verán
afectados 420 pilotos, en vez de los 514 previstos inicialmente, y 594
asistentes de vuelos frente a los 600 indicados en la oferta inicial. "No
puedo hacer más sin poner en peligro las bases de mi proyecto para
Alitalia", afirma en el documento el presidente del grupo, Jean-Cyril
Spinetta. La propuesta de la compañía franco holandesa prevé además dejar en
tierra 37 aviones y cerrar la división de cargo de Alitalia en dos años.
Según el documento, entre el 2010 y el 2018, la flota
de larga distancia se aumentaría con ocho nuevas aeronaves, dependiendo de las
condiciones del mercado. Esto supondría un incremento del 40%, lo que situaría
a Alitalia entre las mayores compañías del sector.
Por el contrario, la de corta distancia se vería
probablemente reducida debido a la competencia de las compañías de bajo coste y
de los trenes de alta velocidad.
Alitalia, al borde de la quiebra, se encuentra inmersa
desde hace dos años en un proceso de privatización después de que el Gobierno
de Romano Prodi propusiera vender la participación del 49% que aún tiene el
Estado en la aerolínea.