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Cementos Bío Bío reestructura deuda tras vender negocio cerámico a grupo ecuatoriano
La compleja situación financiera fue originada por la crisis subprime y, además, por la caída del dólar, que golpearon fuertemente a la filial CISA.
Por: | Publicado: Lunes 8 de agosto de 2011 a las 05:00 hrs.
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Por Silvia Véliz y Luis Fromin
En pleno proceso de reestructuración de deuda se encuentra Cementos Bío Bío (CBB) -compañía controlada por la familia Briones-, luego de haber vendido el pasado 15 de julio su negocio de cerámicas en Estados Unidos, Ecuador, Perú y Chile, y que estaba bajo el alero de la filial CISA (Cerámicas Industriales S.A.).
El comprador fue un grupo ecuatoriano con experiencia en el sector y que llevó a cabo las negociaciones a través de una empresa de origen panameño llamada Podolia. La operación no incluyó la filial en Venezuela, Vencerámica.
La decisión de vender los activos del área cerámicas sanitarias fue tomada a fines de 2010 y se concretó a mediados de julio pasado. Los accionistas tomaron la medida, luego de que la firma experimentara difíciles momentos financieros.
Según informó CBB días atrás, la operación de venta implicó un valor empresa (firm value) de US$ 67 millones, mientras que le significará una pérdida en los estados financieros, antes de impuestos, de US$ 58 millones. Esto, por el nivel de deuda de su filial -en total sumaba unos US$ 160 millones- y porque la vendió sin pasivos. Aún así, CBB indicó días atrás que la operación, más la venta de activos inmobiliarios que le resta le permitirá disminuir su deuda en US$ 100 millones. Actualmente asciende a poco más de US$ 400 millones.
Así, tras estos movimientos, CBB está en plena renegociación de sus pasivos con un grupo de instituciones financieras. Estas incluyen a tenedores de bonos y algunos créditos sindicados y directos con bancos. Además, aún tiene pendiente la situación de Vencerámica, la filial en Venezuela, que también tiene deuda.
Ligados a las tratativas indican que las negociaciones podrían ser de rápido avance, por lo que a septiembre ya podrían estar terminadas.
Mientras tanto, la agencia clasificadora de riesgos Feller Rate, tras la venta de los activos de las filiales de Chile (Fanaloza), Ecuador (Edesa), EEUU (Briggs) y una pequeña operación en Perú (Cesa), mantuvo las perspectivas “Negativas“ a la solvencia, los bonos y las líneas de bonos de la compañía. No obstante, la clasificadora destacó la decisión de venta, pues la operación “viene a sincerar una situación de facto, asociada a la pérdida de valor de sus activos durante los últimos años”.
El origen de los problemas
La situación que llevó a Cementos Bío Bío a decidir vender el negocio cerámico (CISA) ya se acarreaba por cerca de seis años. Luego de invertir y endeudarse en el negocio de las cerámicas, principalmente con el propósito de exportar, hacia 2005 CISA comenzó a sentir los embates de la crisis subprime y un dólar que ha seguido cayendo con los años hasta la fecha. Aún así el grupo llegó a tener el 10% del mercado americano.
Los problemas económicos terminaron por arrastrar las operaciones de Chile y Ecuador, las que estaban diseñadas para exportar a EEUU. De hecho, el 60% de los producido en Chile estaba destinado a las exportaciones.
Sin que CISA tuviera los flujos necesarios para cubrir el pago de los créditos, CBB comenzó a apoyar a la unidad de cerámicas, incrementando su nivel de endeudamiento, pero también con un costo en cuanto a gestión y atención, lo que llevó a la familia Briones a decidir vender, en vez de esperar dos años más en que se esperaba una eventual recuperación del mercado de EEUU.
En pleno proceso de reestructuración de deuda se encuentra Cementos Bío Bío (CBB) -compañía controlada por la familia Briones-, luego de haber vendido el pasado 15 de julio su negocio de cerámicas en Estados Unidos, Ecuador, Perú y Chile, y que estaba bajo el alero de la filial CISA (Cerámicas Industriales S.A.).
El comprador fue un grupo ecuatoriano con experiencia en el sector y que llevó a cabo las negociaciones a través de una empresa de origen panameño llamada Podolia. La operación no incluyó la filial en Venezuela, Vencerámica.
La decisión de vender los activos del área cerámicas sanitarias fue tomada a fines de 2010 y se concretó a mediados de julio pasado. Los accionistas tomaron la medida, luego de que la firma experimentara difíciles momentos financieros.
Según informó CBB días atrás, la operación de venta implicó un valor empresa (firm value) de US$ 67 millones, mientras que le significará una pérdida en los estados financieros, antes de impuestos, de US$ 58 millones. Esto, por el nivel de deuda de su filial -en total sumaba unos US$ 160 millones- y porque la vendió sin pasivos. Aún así, CBB indicó días atrás que la operación, más la venta de activos inmobiliarios que le resta le permitirá disminuir su deuda en US$ 100 millones. Actualmente asciende a poco más de US$ 400 millones.
Así, tras estos movimientos, CBB está en plena renegociación de sus pasivos con un grupo de instituciones financieras. Estas incluyen a tenedores de bonos y algunos créditos sindicados y directos con bancos. Además, aún tiene pendiente la situación de Vencerámica, la filial en Venezuela, que también tiene deuda.
Ligados a las tratativas indican que las negociaciones podrían ser de rápido avance, por lo que a septiembre ya podrían estar terminadas.
Mientras tanto, la agencia clasificadora de riesgos Feller Rate, tras la venta de los activos de las filiales de Chile (Fanaloza), Ecuador (Edesa), EEUU (Briggs) y una pequeña operación en Perú (Cesa), mantuvo las perspectivas “Negativas“ a la solvencia, los bonos y las líneas de bonos de la compañía. No obstante, la clasificadora destacó la decisión de venta, pues la operación “viene a sincerar una situación de facto, asociada a la pérdida de valor de sus activos durante los últimos años”.
El origen de los problemas
La situación que llevó a Cementos Bío Bío a decidir vender el negocio cerámico (CISA) ya se acarreaba por cerca de seis años. Luego de invertir y endeudarse en el negocio de las cerámicas, principalmente con el propósito de exportar, hacia 2005 CISA comenzó a sentir los embates de la crisis subprime y un dólar que ha seguido cayendo con los años hasta la fecha. Aún así el grupo llegó a tener el 10% del mercado americano.
Los problemas económicos terminaron por arrastrar las operaciones de Chile y Ecuador, las que estaban diseñadas para exportar a EEUU. De hecho, el 60% de los producido en Chile estaba destinado a las exportaciones.
Sin que CISA tuviera los flujos necesarios para cubrir el pago de los créditos, CBB comenzó a apoyar a la unidad de cerámicas, incrementando su nivel de endeudamiento, pero también con un costo en cuanto a gestión y atención, lo que llevó a la familia Briones a decidir vender, en vez de esperar dos años más en que se esperaba una eventual recuperación del mercado de EEUU.