Chile y Francia sellan acuerdo de cooperación en energía nuclear

Francia y Chile formalizaron en París un amplio programa de cooperación en el terreno de la energía, que incluye la nuclear, así como en el sector minero, y que debe traducirse en los próximos meses en proyectos concretos.

El biministro de Energía y Minería de Chile, Laurence Golborne y Éric Besson, titular de Economía, cartera a cargo de Industria, Energía y Redes de Francia, fueron los encargados de participar en la firma de un acuerdo para constituir un grupo de trabajo de empresas de ambos países involucradas en el sector energético.

“Vamos a poner en marcha una cooperación institucional sin límites para acompañar a Chile en la reflexión”, sobre su estrategia en el terreno nuclear, destacó Besson. 
Golborne subrayó la relevancia de disponer de profesionales de calidad con vista, en primer lugar, al debate que se va a llevar a cabo sobre la pertinencia de dotarse de centrales nucleares, algo sobre lo que se decidirá “probablemente en esta década. Estamos en una etapa muy preliminar de análisis”.

En la ocasión se declaró constituido el grupo empresarial de alto nivel en materia energética. Ambos gobiernos decidieron encargar la presidencia de este grupo, por la parte francesa a Gérard Mestrallet, presidente-director general de GDF Suez,- y por la parte chilena, a Guillermo Luksic, presidente de Quiñenco. 
El equipo de trabajo tendrá una composición amplia. Sesionará de manera alternada en Chile y Francia, y trabajará de manera independiente, en coordinación con las orientaciones de los Ministerios. 



Barrancones se sigue discutiendo


Paralelamente, Mestrallet indicó ayer -según EFE- que siguen las discusiones con las autoridades chilenas, después de que el pasado agosto le revocaran a GDF Suez el proyecto de la central Barracones.

“Las discusiones continúan con las autoridades”, porque “la necesidad”, en nuevas capacidades de producción en Chile, “sigue ahí”, respondió Mestrallet a la prensa en París.

El presidente de GDF Suez había alabado previamente la reglamentación chilena en este campo, y dijo que la Unión Europea tiene “mucho que aprender” de ese ejemplo.

Citó como virtudes de la regulación chilena, que la energía tiene una base científica sólida y “sobre todo es estable”, lo que constituye una garantía para las empresas que como la suya invierten a largo plazo.