GMAC, uno de los grandes bancos estadounidenses con más
problemas, negocia una nueva inyección de fondos públicos para cumplir con los
requisitos de capital impuestos por el Departamento del Tesoro, según se filtró
la prensa.
El gobierno podría proporcionarle entre US$ 2.800 y US$ 5.600 millones adicionales
a los US$ 12.500 millones antes del 9 de noviembre, la fecha límite que la
división le dio en mayo para reforzar sus reservas.
El objetivo era que GMAC recaudara el dinero de fuentes privadas, pero hasta
ahora ha sido incapaz de tapar el agujero en sus cuentas, abierto por su amplia
cartera de hipotecas de riesgo y el desplome de la demanda de sus préstamos
para la compra de automóviles.
Al mismo tiempo, la
Corporación Federal de Seguro de los Depósitos Bancarios
(FDIC) finalmente dio visto bueno para que venda pagarés por valor de US$ 2.900
millones con garantías públicas.
Los bonos de GMAC tienen la calificación de "basura", por el alto
riesgo de quiebra de la compañía, pero el respaldo público significa que los
nuevos pagarés contarán con evaluación de triple A, la más alta, puesto que si
la empresa no paga, lo hará el Gobierno.