Ford aumentará producción mientras sus rivales sufren para sobrevivir
Al contrario que sus rivales, Ford mantendrá activas todas sus fábricas en América del Norte.
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Ford, el único gran fabricante de
automóviles de Estados Unidos que no está en quiebra, elevará su producción
para ganar cuota de mercado mientras Chrysler y General Motors paran
muchas de sus máquinas durante la reestructuración de sus
operaciones, informó hoy la empresa.
Al contrario que sus rivales, Ford mantendrá activas todas sus
fábricas en América del Norte y en el tercer trimestre aumentará la
producción de sus líneas de montaje en un 10% con relación
al mismo período del año anterior.
En total, montará 150.000 automóviles y 310.000 camionetas desde
julio hasta septiembre. Ford ha ganado cuota de mercado en los
últimos meses, al tiempo que los problemas económicos de sus
competidores nacionales se han agravado.
General Motors se declaró hoy en bancarrota, mientras que
Chrysler entró en quiebra el 30 de abril pasado y se prevé que salga
de ella en los próximos días, según dijo hoy el presidente de
Estados Unidos, Barack Obama.
Ford temía que el hundimiento desordenado de esas compañías le
perjudicara, al arrastrar a empresas abastecedoras de piezas que
también suministran a los tres gigantes de Detroit.
No obstante, General Motors entra en la bancarrota con buenas
posibilidades de una reestructuración viable, según los expertos, y
con la garantía de US$30.100 millones de dinero público para
apuntalarla, lo que ha tranquilizado a Ford.
"No prevemos ningún trastorno importante en nuestras operaciones
como consecuencia de las noticias de hoy", dijo la compañía en un
comunicado.
"Compartimos la esperanza del presidente Obama de que la
bancarrota de GM sea controlada y ordenada", afirmó Ford, que
recalcó la importancia de mantener "la estabilidad de la cadena de
suministros y de garantizar que emerja una industria automovilística
estadounidense saludable de este período económico difícil".
Ford ha soportado sin asistencia pública la caída de la demanda
de vehículos en Estados Unidos, que está en recesión desde diciembre
de 2007, al contrario de sus dos grandes rivales, que reciben
préstamos del Gobierno desde el año pasado.
En su declaración de hoy, la compañía reiteró su intención de no
solicitar ayudas federales, pese a que el año pasado perdió US$14.700
millones y no ha registrado ganancias desde 2005.