Fuertes incrementos en los costos de en insumos, de hasta un 90%, energía y en particular de la mano de obra, que representa más del 60% de los costos directos de producción, han reducido la competitividad de la uva de mesa chilena ante el mundo, según Fedefruta.
El gremio sumó a lo anterior el atraso cambiario que vive el sector a raíz de años de bajo precio del dólar, lo que ha llevado que los índices de competitividad de la uva de mesa exportable de Chile hayan retrocedido un 30% durante la última década, explicó la instancia.
Otro aspecto que les ha jugado en contra es que la rentabilidad a nivel de productor se ha reducido notoriamente, debido a que una superficie importante de las 53 mil hectáreas de vid entre Atacama y El Maule, corresponden a huertos antiguos que ya no rinden volúmenes de producción suficientes, ni tampoco en las calidades demandadas por los mercados.
Por lo mismo, un grupo de asesores técnicos, productores de todas las regiones y Fedefruta, formaron la Comisión de Investigación y Desarrollo para la Uva Chilena, Uvanova, con el fin de “promover una reingeniería de la producción de esta fruta.
El objetivo de la instancia es recupetar la competitividad del sector mediante la investigación aplicada al huerto”, dijo la experta y presidenta de la instancia, Carolina Cruz.