El banco de inversión estadounidense Merrill Lynch anunció
que tuvo pérdidas por US$ 1.960 millones
en el primer trimestre, frente a las
ganancias de US$ 2.160 millones que obtuvo un año antes, y que reducirá
fuertemente su plantilla de trabajadores.
Con estos resultados la compañía encadena su tercer
trimestre de pérdidas, unas pérdidas que han superado las previsiones de los
analistas consultados por Bloomberg, que vaticinaron números rojos de hasta US$
1.720 millones.
Merrill registró un descenso del 69% en sus ingresos, hasta
los US$ 2.900 millones de dólares, y sumó unas provisiones por valor de 6.500
millones a consecuencia de la crisis de hipotecas de alto riesgo. La entidad ya
realizó provisiones por más de 24.000 millones de dólares en los trimestres
anteriores, que le obligaron a buscar capitales por más de 12.000 millones de dólares
para fortalecer su patrimonio.
Y la crisis no sólo se ceba con sus cuentas, también afecta
a su plantilla, ya que la entidad se verá obligada a destruir un total de 4.000
puestos de trabajo para ajustar sus gastos.
Los títulos de Merrill Lynch han sufrido una caída del 50%
en los últimos 12 meses. En la jornada de ayer sumaron un 3,58%, hasta los
44,89 dólares.