Carlos Ghosn, expresidente y exdirector ejecutivo de Renault-Nissan ya no se encuentra bajo arresto domiciliario en Japón y llegó al Líbano, la tierra de origen de sus padres, según una fuente cercana a su familia y un asociado profesional.
Ghosn, antes alabado por su capacidad para relanzar automotrices en problemas, sufrió una de las caídas corporativas más dramáticas de la década, arrestado en Japón en noviembre de 2018 bajo cuatro cargos de mala conducta financiera, que él niega.
El exejecutivo aterrizó en el aeropuerto internacional Rafic al-Hariri de Beirut el domingo por la noche, según uno de sus socios. Los medios locales informaron que llegó en un avión privado, aunque los reportes no han podido ser confirmados todavía.
No está claro si el expresidente de la automotriz escapó del arresto domiciliario en Japón o si se llegó a un acuerdo para su liberación. Las autoridades japonesas y libanesas no estuvieron disponibles de inmediato para realizar comentarios.
Según informes de Financial Times, los términos de la detención de Ghosn le permitían abandonar su departamento, seguido por la policía y fiscales, así como por un detective privado.
Nissan alega que Ghosn subestimó su salario personal, y dos documentos dicen que no reportó más de US$ 80 millones en compensaciones diferidas.