Sólo lleva en el cargo seis meses pero, desde el pasado 1 de mayo, Lufthansa acumula en su haber dos profit warning (revisión a la baja de su previsión de resultados) y un conflicto laboral que derivó en huelga por la creación de la filial de bajo costo Eurowings.
Desde el 1 de mayo, Lufthansa se ha depreciado 24% en Bolsa. Sin embargo, el director ejecutivo del primer grupo aéreo europeo, Carsten Spohr, se muestra tranquilo. "Llevo 20 años en la compañía y, tras siete años llevando los dos negocios más importantes (pasajeros y carga), mentiría si dijera que he encontrado sorpresas, pero la velocidad de cambio a la que se enfrenta Lufthansa, en línea con la industria, es mayor que en el pasado", admite.
Para adaptarse a la nueva realidad del mercado europeo, en el que el dominio del bajo costo cada vez es mayor, Lufthansa creará Eurowings, una filial low cost que operará también vuelos de larga distancia: "Eurowings aspira a ser la tercera compañía de bajo costo tras Ryanair y easyJet, y con los costos de ésta última". Así, "los costos unitarios de Eurowings estarán entre un 10% y un 15% por debajo de Germanwings –hasta ahora, la única low cost del grupo–, cuyos costos son, a su vez, un 20% inferiores a los de Lufthansa".
El mercado decidirá
Pese a que el plan ha desatado un calendario de huelgas con un impacto de 170 millones de euros hasta octubre (US$ 207,3 millones), Spohr cree que el mercado está de su lado. "Las caídas en bolsa que Lufthansa ha sufrido desde junio responden a los profit warning y, con la nueva estrategia, la compañía empieza a recuperarse", asegura. Ésta es la fórmula que defiende el ejecutivo: "Si los clientes están contentos, los inversionistas lo están y la plantilla también porque crearemos puestos de trabajo estables y eso repercutirá en los pasajeros. Es un triángulo y hay que centrarse en los tres vértices, no sólo en los inversionistas".
Hace dos semanas, Lufthansa modificó su política de retribución al accionista y ajustó a la baja el pay out (porcentaje del resultado operativo que se destina a dividendo). Ahora, la horquilla es de entre el 10% y el 25%, frente a entre el 30% y el 40% anterior. En 2013, la compañía pagó 0,45 euros (US$ 0,55) por acción. Las gestoras Templeton, BlackRock y The Capital Group son los principales accionistas individuales, con porcentajes que van de 5% a 2,95%.
Inversión histórica
Lufthansa tiene en marcha el mayor plan de inversiones de su historia. Según destaca Spohr, "en los próximos años recibiremos más de 250 aviones valorados en 30.000 millones de euros (US$ 36.588 millones), lo que multiplica por más de cuatro la cotización". El propósito es afianzar los valores de compromiso y seguridad que, en opinión de Spohr, definen la marca Lufthansa y que no se han visto perjudicados por la huelga: "En sesenta años, la compañía se ha construido una reputación y unos días de huelga no son suficientes para dañarla".
Lufthansa prevé un resultado operativo de 1.000 millones de euros (US$ 1.219 millones) en 2014 y, el quórum de analistas consultados por Bloomberg, un beneficio neto de 471,5 millones de euros (US$ 575 millones).
Sin nuevas adquisiciones en el horizonte
En la primera década del siglo XXI, Lufthansa fue un activo jugador en la consolidación del sector aéreo. En pocos años, se hizo con el control de Swiss, Austrian y Brussels Airlines. Ahora, sin embargo, no hay adquisiciones a la vista. "Ahora mismo, no hay concentración en Europa y, en los planes de Lufthansa, no figuran nuevas operaciones corporativas. La prioridad son las sinergias dentro del grupo", advierte el director ejecutivo, Carsten Spohr. Sobre la bajada del precio del petróleo y el beneficio para las aerolíneas, el ejecutivo recuerda que, al igual que sus rivales, "Lufthansa tiene sus necesidades de combustible cubiertas por lo que el impacto es limitado. Hay un reflejo, pero no en la misma proporción en la que cae el precio del barril". Y, sobre el ébola, descarta que la mortal epidemia vaya a generar impactos significativos en el negocio del grupo en África.