El banco Santander se unió ayer a otras entidades europeas que cobran a sus clientes financieros institucionales las tasas de interés negativas de la región.
El banco más grande de España, presidido por Ana Botín, había notificado en agosto por medio de una carta a los usuarios de su unidad de valores que incorporará una comisión a sus depósitos, según explicaron dos personas relacionadas al asunto.
El Banco Central Europeo (BCE) está cobrando a las instituciones financieras por los depósitos a un día, para incentivar el gasto y la inversión en la lenta economía de la zona euro. La tasa, que ha sido rebajada en tres oportunidades desde que la política inició en junio de 2014, ahora está en -0,4%.
Prestamistas del continente, incluyendo el Deutsche Bank, ya han pasado parte de la carga a sus clientes corporativos con grandes depósitos. Royal Bank of Scotland (RBS), entidad en la que el gobierno británico controla un 72,6% de los accionistas, también ha comenzado a cobrar tras la última reducción de los tipos de interés, anunciada el 4 de agosto por el Banco de Inglaterra.
En tanto, el segundo banco más grande de España, BBVA, está cobrando entre 0,15% y 0,25%, según aseguró en la presentación de resultados del primer semestre su director ejecutivo, Carlos Torres.
En ese país, las tasas se están aplicando a clientes que depositan al menos 6 millones de euros. Este es el caso de fondos de inversión y de aseguradoras principalmente, aunque no son los únicos.