La aerolínea irlandesa de vuelos
económicos Ryanair presentó hoy 20 aviones dotados con una
tecnología que permite al viajero utilizar su teléfono móvil durante
el vuelo.
Los pasajeros de Ryanair podrán llamar o enviar mensajes de texto
y correos electrónicos desde sus "teléfonos móviles, BlackBerrys u
otros tipos de smartphones" con unas tarifas que serán iguales a las
que les cobran las operadoras de telefonía por el servicio de
"roaming" (conexión en el extranjero).
Ryanair y OnAir, el principal proveedor de comunicaciones a
bordo, tienen previsto en el futuro extender este servicio a toda la
flota de aviones Boeing 737 de la aerolínea.
En principio, este servicio está disponible para usuarios de 50
operadores de telefonía europeos, aunque la lista se incrementará
durante los próximos meses, indicó la compañía irlandesa en un
comunicado.
El director ejecutivo de Ryanair, Michael O'Leary, aseguró que,
durante los próximos 18 meses, toda la flota de la aerolínea, 170
aviones, tendrán instalada la tecnología de OnAir.
"Este servicio permitirá a los pasajeros mantenerse en contacto
con la oficina, la familia o amigos. Confiamos en que la demanda
crecerá rápidamente y que los usuarios de otros operadores puedan
pronto llamar o enviar un mensaje de texto desde 10.000 metros de
altura para comunicar a sus seres queridos que otro vuelo de Ryanair
llega puntual", explicó el directivo.
El director de On Air, Benoit Debains, opinó que los "sistemas de
comunicaciones a bordo de Onair son los más avanzados del mundo", al
tiempo que consideró que la iniciativa de Ryanair representa "hito
para la aviación".
Ryanair obtendrá sus ingresos a través de un cierto porcentaje
del precio de las llamadas que cobrará a las operadoras al
utilizarse una red celular propia del avión, conectada con el suelo
vía satélite.
Con este sistema se evitará la conexión directa de los teléfonos
con las redes terrestres habituales y se asegurará que las
transmisiones no afecten a la seguridad de los equipos de vuelo o a
las propias redes terrestres.
El teléfono móvil, como establece la normativa comunitaria, sólo
podrá utilizarse a partir de que el avión ascienda hasta una altura
de 3.000 metros, la cual se alcanza en un 90% de los
vuelos que sobrevuelan la Unión Europea.