Rusia no
descartó hoy la posibilidad de querellarse contra General Motors (GM) por haber
cancelado la venta de Opel al consorcio integrado por la empresa canadiense
Magna y el banco estatal ruso Sberbank.
"Actualmente,
estamos celebrando consultas con GM, por cuanto habíamos entablado unas
relaciones jurídicas que ahora tenemos que rescindir", dijo a la prensa el
presidente del Sberbank, Herman Gref.
El gerente
indicó que Sberbank espera resolver sus problemas con GM "sin recurrir a los
procedimientos judiciales", pero advirtió de que en caso necesario no
dudarán en recurrir a los tribunales, según la agencia Interfax.
"Si
hace falta, estamos dispuestos a defender nuestra postura en los
tribunales", aseguró Gref, quien dijo desconocer los móviles del
inesperado cambio de decisión de GM.
El primer
ministro, Vladímir Putin, criticó la semana pasada la actitud de General
Motors, aunque aseguró que ésta no afectará los intereses de Rusia.
"Esto
no perjudicará nuestros intereses, pero habla sobre la singular actitud de los
socios estadounidenses con sus contrapartes", señaló Putin durante una
reunión del Gobierno.
El jefe del
Gobierno subrayó que "ésta es precisamente una lección" y Rusia debe
"tener en cuenta en el futuro este estilo de trabajo con los socios".
Además,
Putin se quejó de que GM no advirtió a nadie y que actuó con una política de
"hechos consumados, pese a los acuerdos alcanzados, los documentos
suscritos".