El banco central de China subió ayer las tasas de interés de una de sus principales herramientas de financiamiento, el programa de créditos de mediano plazo (MLF, su sigla en inglés), en su intento más reciente por controlar los niveles de deuda y reforzar la estabilidad financiera.
Las autoridades del gigante asiático buscan mantener a la segunda mayor economía del mundo con suficiente dinamismo, a fin de contrarrestar una desaceleración y al mismo tiempo manejar los riesgos creados por un crecimiento explosivo de las deudas que ha alentado un auge inmobiliario.
Los precios de los futuros de los bonos referenciales del país cayeron al final de la sesión por el aumento de las tasas, ya que el Banco Popular de China también renegoció los créditos en vencimiento del MLF.
La entidad financiera subió la tasa de interés para deudas del esquema MLF a un año y a seis meses en diez puntos base, a 3,1% y 2,95%, respectivamente.
La decisión está orientada a “mantener la estabilidad básica del sistema bancario”, declaró el banco en un comunicado.
Analistas estiman que la medida está en línea con el objetivo más amplio del banco central de controlar las inversiones especulativas en la economía.