Luego que el Banco Central Europeo (BCE) decidiera mantener las tasas de interés en el mínimo histórico de 0,05%, su presidente Mario Draghi, anunció que para impulsar el crecimiento de la economía comenzarán la compra de bonos a mediados de octubre.
Sin embargo, el banquero no despejó una interrogante importantes: el tamaño. Respecto al tiempo, indicó que el programa de recompra de activos durará, al menos, dos años. Los detalles se conocerán en algunos momentos.
En cualquier caso, se ha limitado a decir que "el importe será significativo ya que provocará un incremento de su balance a niveles de 2012". Es decir, con estas medidas pretende incrementar su balance en un billón de euros, para alcanzar los tres billones de euros. De hecho al finalizara la rueda de prensa ha dicho que "un billón de euros es el universo potencial para las compras".
Además, Draghi precisó que para finales de año, se hará la compra de titulizaciones (fondos que emiten deuda con garantía de un paquete de préstamos).
Con estas medidas, el BCE pretende reactivar el crédito en un momento en el que la economía vuelve a presentar síntomas de ralentización (principalmente Francia y Italia) y con una inflación en el 0,3%.
Sobre los efectos, Draghi alerta de que las medidas no van a tener un efecto inmediato.
Además, el consejo del BCE reiteró que está de acuerdo en actuar "con nuevas medidas extraordinarias" si tienen que volver a hablar de inflación en niveles demasiado bajos.
Draghi dice que el objetivo es incluir dentro del programa todo lo posible. Se confirma la filtración de esta semana, de que comprarán valores de la banca Griega y Chipre pese a no cumplir el mínimo rating que exige el BCE (BBB-). Pero eso sí, se les van a aplicar condiciones diferentes con el objetivo de mitigar el riesgo.