Budweiser, una de las cervezas líderes del sector en Estados Unidos y propiedad de AB InBev, lanzó un spot en favor de la inmigración.
Así, el gigante cervecero aviva la polémica en torno a la política migratoria del actual presidente de Estados Unidos, Donald Trump, en uno de los eventos más esperados del año: la Super Bowl.
Las tensiones entre seguidores y detractores de Trump aumentan en pleno debate sobre la legalidad de las medidas migratorias que el actual presidente quiere imponer.
Entre tanto, la cervecera presentó el pasado martes un spot de Budweiser destinado a emitirse durante las pausas publicitarias de la Super Bowl, uno de los espacios televisivos más caros del país, como ya había hecho años anteriores. La polémica surge al descubrir el tema del anuncio: la historia de uno de los cofundadores de la compañía, Adolphus Busch, un inmigrante alemán que llegó a St. Louis en 1857.
Budweiser "nunca tuvo la intención" de responder al actual clima político, según Ricardo Marques, vicepresidente de Márketing de Budweiser, ya que la marca ha estado trabajando en el anuncio desde mayo. Por su parte, Marcel Marcondes, vicepresidente de Márketing de AB InBev US, afirmó durante la presentación del spot que "la historia es real, no es ficción, es lo que Budweiser representa y estamos muy orgullosos de ello". Sin embargo, es complicado ignorar la conexión.
A pesar de que la compañía quiera desvincular su anuncio de la actualidad política, el spot se emitirá en un momento de intensa controversia, en el que grandes compañías estadounidenses, como Starbucks, han decidido plantar cara al presidente Trump por la orden ejecutiva que emitió suspendiendo la entrada a EEUU de ciudadanos de siete países de mayoría musulmana.
La cadena está desarrollando un plan para contratar a 10.000 de los 65 millones de refugiados reconocidos por Naciones Unidas durante los próximos cinco años.