Hasta el 4 de abril aplazó el Tribunal Supremo de Brasil su decisión sobre un recurso presentado por el expresidente Luiz Inácio Lula da Silva, con lo que permitió que el exmandatario, condenado por corrupción y lavado de dinero, siga haciendo campaña para volver al Palacio de Planalto.
La decisión de la corte, conocida el jueves, dejaría sin efecto inmediato un eventual fallo adverso en la Corte de Apelaciones de Porto Alegre, que, tras confirmar la culpabilidad del exmandatario y subir la pena a más de 12 años, evaluaría la próxima una nueva apelación del mandatario.
De rechazarse esa apelación, Lula se quedaría sin opciones legales en segunda instancia, con lo que, según las leyes de Brasil, podría decretarse su prisión. La postergación en el Tribunal Supremo dilatará ese plazo hasta que esa corte haya tomado una decisión.
Con el recurso de habeas corpus, Lula busca evitar ir a la cárcel antes de inscribir su candidatura por la presidencia del país, para lo cual tiene plazo hasta agosto.
La decisión de aplazar el fallo se impuso por siete votos contra cuatro. Si, el 4 de abril, la corte rechaza la solicitud, el juez Sergio Moro podría decretar la prisión de Lula en los días siguientes.