Economía

Desesperada por la larga sequía, California apuesta por las plantas desalinizadoras

La escasez, provocada por el cambio climático y la mala gestión, ha llevado a muchos a optar por la purificación de agua no potable.

Por: Belén López-Palop | Publicado: Viernes 10 de abril de 2015 a las 04:00 hrs.
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Cuando California luchó contra su última sequía severa en la década de los ´90, Santa Bárbara gastó US$ 34 millones en una planta desalinizadora que resultó ser demasiado costosa para seguir en funcionamiento cuando volvió la lluvia. Ahora, cuando el Estado Dorado entra en su cuarto año de agotamiento de agua sin un final a la vista, Santa Bárbara no puede permitirse el lujo de mantener la planta inactiva.

"Muéstreme cómo hemos conservado nuestra manera de salir de esto si estas condiciones continúan", dijo a Bloomberg Joshua Häggmark, gerente de recursos de agua para la ciudad, localizada a 160 kilómetros al noroeste de Los Ángeles, durante un recorrido por las instalaciones que serán puestas en marcha nuevamente a fines del próximo año. "Si una empresa no tiene el agua que necesita, la encontrará en otra parte y se irá".

Mientras la purificación de agua no potable ha impulsado muchas otras partes áridas del mundo, incluyendo Israel y Arabia Saudita, California ha favorecido históricamente opciones más baratas y de menor intensidad de energía como la reorientación del agua del norte y su almacenamiento en embalses.

Cuando la preocupación de que las bajas precipitaciones que azotan el Estado se puedan convertir en "la nueva normalidad", los proyectos de desalinización están ganando terreno. Al menos 14 zonas costeras en California están sopesando esta opción, además de Santa Bárbara y San Diego.

Ósmosis inversa
La desalinización por ósmosis inversa, el método más popular, empuja el agua de mar a través de membranas de filtración que eliminan la sal y otras impurezas.

Santa Bárbara se volcó por primera vez en la desalinización durante la sequía de seis años que comenzó en 1986. Pronto se convirtió en un caso de estudio sobre los costosos peligros de apostar a lo imprevisible. En 1991, los embalses cruciales se llenaron cuando la lluvia cayó en un mes que se conoce como "marzo milagroso". La ciudad vendió sus membranas de ósmosis inversa y sus bombas a Kindasa Water Services en Arabia Saudita, y las instalaciones entraron en modo "standby" por mucho tiempo.

Tras una puerta bajo llave, tanques, tuberías y equipos tan antiguos que utilizan disquetes, han acumula polvo y telarañas hasta ahora.

En junio, el consejo de la ciudad de Santa Bárbara espera adjudicar un contrato para modernizar y operar la planta a IDE Technologies de Israel o a Acciona Agua de España. La ciudad está buscando conseguir un préstamo estatal para pagar el precio inicial de US$ 40 millones.

La desalinizadora produciría el 30% de la demanda de agua de la ciudad a 2017 y aumentaría la factura mensual de agua de una familia promedio en unos US$ 20.

Medidas restrictivas
En un puñado de comunidades asoladas por la sequía, incluyendo Cambria, East Porterville y Santa Cruz, la escasez ha obligado a hacer cambios. Los residentes de East Porterville, en San Joaquin Valley, usan duchas temporales en una iglesia. En el turístico destino de Santa Cruz, las personas posponen lavar sus autos y limitan sus duchas a cinco minutos.

Dada la situación, sin embargo, las súplicas por parte del gobernador demócrata de California, Jerry Brown, y otros, parecen no haber tenido un gran efecto en los californianos.

A nivel estatal, los residentes usaron 77 galones por persona diarios en febrero, de acuerdo a la Junta Estatal para el Control de los Recursos Hídricos, una reducción de apenas 2,8% en comparación con el mismo mes del año anterior. Su presidenta Felicia Marcus calificó la cifra de "muy preocupante" y expresó su esperanza de que el ahorro obligatorio de Brown, que entró en vigor el 1° de abril, reduzca el promedio.

Una orden ejecutiva estipula sanciones por US$ 10.000 al día a las agencias de suministro de agua que no logren reducir el uso de agua en 25%. Así, cementerios, campos de golf, campus universitarios y otras instalaciones con grandes superficies verdes deberán rebajar su irrigación.

Sin condiciones
California podría tener reservas de agua para sólo un año, según la NASA. El número de condominios en Sao Paulo que ha solicitado permiso para perforar pozos en la mayor ciudad de Brasil ha aumentado en medio de la peor sequía de la metrópoli en ocho décadas. E Irán está viviendo una escasez de frontera a frontera cuando sus lagos y humedales se reducen.

En estos días de sequía, el cambio climático y la mala gestión del agua, no forman una bonita estampa.
Alrededor del 35% de los 7 mil millones de personas del planeta aún viven sin condiciones sanitarias básicas como inodoros y letrinas, y unos 1.800 millones beben agua contaminada con material fecal, según la OMS.

Además, cuando la Tierra deba acoger a otra población del tamaño de la de la India, o alrededor de 1.200 millones de personas en los próximos 15 años, "necesitaremos 30% más de agua, 40% más de energía, 50% más de alimentos", según Dow Chemical Co. En 2050, se estima que la demanda mundial de agua aumente 55%, en su mayoría procedente de la fabricación, la generación térmica de electricidad y el uso doméstico, incluyendo el aumento de la urbanización en los países en desarrollo, de acuerdo a la ONU.

Posibles soluciones
Mientras que algunos grupos ofrecen microcréditos a los más necesitados, la desalinización sigue siendo una opción para ayudar a resolver el desafío de la escasez de agua en el mundo, que afecta a unos 700 millones personas en 43 países, asegura Avshalom Felber, director ejecutivo de IDE Technologies. La planta de desalinización de agua de mar por ósmosis inversa de su compañía en Sorek, Israel, produce agua potable para satisfacer a más de 1,5 millones de personas al día, alrededor del 20% del agua urbana del país.

Más de 14.000 plantas de desalinización operan en más de 100 países, según Global Water Intelligence. Algunas utilizan agua de mar, otras aguas salobres, de río o residuales.

"Desalinizar es la forma más cara de producir agua, pero estamos llegando a un punto en que es la única manera de conseguir agua nueva", dijo Tom Pankratz, editor del Informe de Desalinización de Agua. "En el futuro tendremos que depender de ella porque nuestras fuentes tradicionales se están agotando".

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