Los precios bajaron un 0,2% en agosto en EEUU, una caída que contrasta con la previsión de los analistas, que no esperaban cambio alguno, y se trata de la primera caída registrada en los últimos dieciséis meses, informó hoy el Departamento de Trabajo.
En tasa interanual el IPC enfría su repunte al 1,7%, frente al 1,9% que anticipaba el mercado, dato que facilita una política más 'permisiva' de la Fed.
Los datos señalan que el descenso registrado se debe en gran medida a la reducción de los precios de los combustibles, en concreto la gasolina y el gas natural, en un 2,6 %.
Si se excluyen los precios más volátiles de la energía y de los alimentos, los últimos con una subida del 0,2 % en agosto, la inflación subyacente el pasado mes bajó un 0,2 %, y ha sido del 1,7 % en los últimos 12 meses, tras el máximo del 2 % que se registró en julio.
El Departamento de Trabajo informó además que las remuneraciones de los trabajadores, ajustadas por la inflación, subieron un 0,4 % en el último mes, el incremento más alto desde fines de 2012.
Asimismo, los salarios registraron un alza de un 0,4 % en los últimos 12 meses, lo que se traduce en un estímulo a corto plazo para los ingresos de los hogares.
Ambos datos muestran que la inflación permanece por debajo de los niveles que la Reserva Federal considera aceptables y saludables para la economía de Estados Unidos.
Hoy, al finalizar el día, se prevé que la presidenta de la Fed, Janet Yellen, divulgue el comunicado final de la reunión del Comité de Mercado Abierto de la Reserva Federal sobre política monetaria, en la que se espera una nueva reducción del programa de estímulo que se viene aplicando para salir de la crisis.