Economía

En EEUU surge “Tea Party de la izquierda” en reacción a Trump

Los senadores, tanto republicanos como demócratas, están enfrentando la ira de sus votantes en las reuniones en sus distritos electorales.

Por: María Akbulyakova | Publicado: Lunes 27 de febrero de 2017 a las 04:00 hrs.
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Los estadounidenses disconformes con las políticas de Donald Trump parecen haber encontrado una nueva forma de expresar su descontento. En el primer “retiro” de los senadores –el período cuando éstos vuelven a sus distritos para reunirse con sus electores– tanto los demócratas como los republicanos enfrentaron una ola de críticas. Unos, con exigencias de más claridad y cambios de política de su presidente, otros por la poca resistencia que han opuesto a sus reformas.

Las tradicionales reuniones en las alcaldías –que ayudaron a muchos políticos a llegar a Washington– no se pueden ignorar. Sin embargo, y sintiendo la presión, algunos legisladores se han atrevido a cancelarlas. El número de estos encuentros bajó de más de 200 en los primeros dos meses de 2016, a 100 en el mismo período de este año, a medida que algunos parlamentarios enfrentan protestas semanales fuera de sus oficinas con carteles de “Resiste a Trump” y “Desacuerdo”.

El nuevo presidente ha desestimado el movimiento señalando que “las llamadas multitudes furiosas” son “planificadas por activistas liberales”. En parte es así. Los demócratas están usando la misma táctica de sus rivales, cuando tuvieron que enfrentar una ola de los ciudadanos furiosos en las reuniones locales, al comienzo del gobierno de Barack Obama. Sin embargo, hay también votantes de Trump que están descontentos y preocupados.

“Ha hablado de cancelar Obamacare”, el sistema de seguros de salud implementado por el ex presidente, dijo Austin Phillips, quien votó por Trump, durante una reunión con Scott Taylor, el representante republicano de Virginia. “Si lo van a cancelar sin proponer algo a cambio, teóricamente todos perderán su seguro”, señaló citado por Bloomberg. Maureen Hains, una profesional de Richmond que antes votaba por los republicanos, ahora admite que se pasó a la oposición, frustrada porque su mirada fiscal conservadora no ha sido representada, con las promesas de Trump de rebajar los impuestos y aumentar el gasto.

Recién comienza

Mientras el mandatario prepara su discurso ante el Congreso para mañana, las protestas, que empezaron con su victoria en noviembre, siguen sumando gente. “No estamos ni cerca de lograr un punto de saturación”, dijo a Reuters Michael Heaney, autor del libro “Partido en las Calles” y profesor de la Universidad de Michigan. “Esto está recién empezando”, aseguró.

Para los próximos meses están planificadas varias marchas masivas, incluyendo a Washington. Los organizadores están creando bases de datos para convertir las protestas en acciones constantes.

El movimiento, que parece surgir de agrupaciones en las redes sociales y grupos cívicos, ya adquirió el nombre de “Tea Party liberal”, y las protestas se comparan con las que obligaron a los republicanos a realizar profundas modificaciones en 2009. “Algunas lecciones son la persistencia, la repetición y no aceptar un no como respuesta”, dijo Victoria Kaplan, directora del grupo progresivo MoveOn.

Presión a los demócratas

Los demócratas, que después de las elecciones tenían que elegir si declaraban una guerra total a Trump o trataban de llevarlo al centro buscando un acuerdo, están cada vez más exigidos por su electorado para optar por la primera alternativa. Decepcionados por el enfoque radical de Trump, están adoptando el estilo de sus rivales de los últimos ocho años, “el partido del no”.

Según una encuesta de Pew Research Center, casi tres cuartos de los demócratas están preocupados de que el partido no hace lo suficiente para oponerse a Trump.

“Tenemos que resistir cada día y en todas partes, cada vez que podamos”, citó The New York Times a Jay Inslee, vicepresidente de la Asociación de Gobernadores Demócratas. “Tenemos que pelear como en el infierno para detenerlo”, señaló, por su parte Jeff Merkley, senador demócrata por Oregón.

La economía estadounidense se habría expandido más de lo anticipado

Mañana se publican los datos revisados del PIB de EEUU del cuarto trimestre de 2016: la economía estadounidense se habría expandido 2,1% a tasa interanual, más que el pronóstico inicial de 1,9%, según las estimaciones de Bloomberg.


Las expectativas se suman a una multitud de datos económicos positivos la semana pasada. Las ventas de las viviendas aumentaron con fuerza en enero. En el caso de las viviendas usadas, crecieron 3,3% a su cifra más alta en diez años, mientras que los inmuebles nuevos anotaron un avance de 3,7%.


Aunque la cifra estuvo por debajo de las expectativas es una señal de una recuperación del mercado.
Los consumidores no temen gastar, alentados por la solidez del empleo, a pesar de las mayores tasas de los créditos hipotecarios y el aumento de los precios. Según estimaciones de la Universidad de Michigan, el gasto del consumidor aumentará 2,7% este año.


Mientras tanto, la administración de Trump prepara los detalles de su programa de inversiones y reforma tributaria para impulsar más el crecimiento. La Asociación Nacional de Gobernadores, que hoy termina su cumbre de cuatro días en Washington, mandó al presidente una lista de 428 proyectos que necesitan ayuda federal, esperando obtenerla del US$ 1 billón (millón de millones) de inversión estatal en infraestructura prometida por Trump. El secretario del Tesoro, Steven Mnuchin, espera tener aprobada la reforma tributaria para agosto, y asegura que las medidas llevarán la cifra del crecimiento por encima de 3% a partir de 2018. En 2016, el PIB se expandió 1,6%, y la proyección para 2017 es de 2,3%.

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