En un testimonio ante el congreso, el director del FBI, James Comey, señaló ayer que el organismo tiene evidencia de que Rusia organizó un ciberataque que incluyó la campaña política republicana a nivel estatal y dominios antiguos del partido conservador, pero que no había pruebas de que dichos esfuerzos hayan tenido éxito.
En su primera aparición luego de la victoria de Donald Trump en la carrera presidencial, Comey también se abstuvo de responder si su organismo investiga la posibilidad de vínculos entre la campaña del republicano y el gobierno de Vladimir Putin, al que diferentes organismos culpan de intervenir contra la demócrata, Hillary Clinton.
“No tenemos evidencia de que la campaña de Trump o el Comité Nacional Republicano haya sido hackeado con éxito”, sentenció el funcionario.
Ayer, senadores republicanos y demócratas anunciaron que presentarán el martes un proyecto de ley que busca imponer un amplio rango de sanciones contra Rusia por sus actividades cibernéticas y sus acciones en Siria y Ucrania.
El apoyo bipartidista aumenta las posibilidades de que las medidas sean aprobadas por el congreso, donde los republicanos son mayoría. Un asesor de la Cámara de Representantes dijo que también allí se preparaba un proyecto de ley con sanciones contra Rusia. Esto podría causar una confrontación con el gobierno del mandatario electo Donald Trump, quien asume el 20 de enero y ha elogiado en reiteradas ocasiones a Putin.
Recientemente, el presidente estadounidense, Barack Obama, endureció las sanciones del Ejecutivo y expulsó a diplomáticos rusos.