La inflación de la zona euro se desaceleró sorpresivamente desde 0,7% en febrero a 0,5% en marzo, su nivel más bajo desde noviembre de 2009, informó la oficina de estadísticas de la Unión Europea, Eurostat, lo que mantendría la presión sobre el Banco Central Europeo para que intervenga si los precios no rebotan.
Las mayores alzas se observaron en los sectores de tabaco, restaurantes y bares, y alimentos, mientras que los más bajos se vieron en combustible y telecomunicaciones.
Sin embargo, el panorama de los precios muestra grandes diferencias por país. Mientras Grecia registró una caída de 1,5% y en España retrocedió 0,2%, Austria y Alemania estuvieron más cerca de la meta del BCE de niveles levemente inferiores a 2%, con alzas de 1,4% y 0,9% respectivamente.
La inflación ahora ha estado bajo 1% -en la “zona de peligro” del BCE- por seis meses, lo que presiona al banco central a tomar medidas.
La inflación subyacente, en tanto, que excluye los elementos más volátiles como energía y alimentos, también cayó más de lo esperado, llegando a 0,7% el mes pasado desde 1,0% en febrero, y por debajo de 0,8% que proyectaban los expertos. El BCE está evaluando nuevas medidas de estímulos para elevar los precios y tras su última reunión dijo que existe un acuerdo “unánime” entre sus directores para aplicar medidas no convencionales si hace falta.