La Oficina Nacional de Estadísticas de China publicará esta noche los datos del Producto Interno Bruto (PIB) del cuarto trimestre de 2016.Las proyecciones apuntan a que la segunda economía del mundo se expandió a un ritmo de 6,7% en los últimos tres meses de 2016. Esta sería la misma tasa de crecimiento que ha exhibido la potencia asiática en los tres trimestres previos.
La llamativa estabilidad de la actividad ha avivado las dudas de los observadores sobre la veracidad de los datos que provee el gobierno chino. Con una expansión de 6,7% en el cuarto trimestre, Beijing alcanzaría su meta prevista para 2016.
El presidente Xi Jinping adelantó el martes, desde el Foro Económico Mundial de Davos, que el gigante asiático había crecido en 2016 dentro del rango y sólo un poco por debajo del 6,9% de 2015.
Sin embargo, según la unidad de Inteligencia de Bloomberg, la estabilización se ha producido a expensas de un mayor apalancamiento y de las burbujas inmobiliarias en las principales ciudades, llevando a los encargados de la formulación de políticas a cuestionar si el rápido crecimiento vale la pena. Además, destaca que una política dirigida a controlar los riesgos financieros y frenar los precios de las viviendas tendrá efectos en la economía de este año.
Hoy también se conocerá la actualización de diversos indicadores de actividad para la nación durante diciembre. Se espera que la producción industrial anote una caída hasta 6,1% desde el 6,2% de noviembre y que las ventas del retail registren una leve desaceleración desde 10,8% el mes anterior a 10,6% para el último mes de 2016.
Falsificación de datos
El gobernador de la provincia china de Liaoning, Chen Qiufa, admitió ayer que las autoridades locales manipularon los datos fiscales de esa región durante cuatro años, inflando las cifras en un 20%.
La falsificación de datos llevó a “impuestos adicionales de 1.000 yuanes (US$ 146) por persona en los años recientes”, explicó el diario estatal China Daily.
Esta revelación viene luego de que el principal estadístico de la nación, Ning Jizhe, reconociera el mes pasado la alteración de cifras económicas, admitiendo que existió “fraude y decepción” y prometiendo castigar a los responsables.
Liaoning, una provincia del norteste del país que cuenta con una población de alrededor de 40 millones, ha sido golpeada por una desaceleración en las exportaciones y exceso de capacidad.
