La batalla por el Pacífico: China está impulsando con éxito su propia versión del TPP
El gigante asiático busca fortalecer su posición regional y sienta en su mesa de negociaciones a siete de los países firmantes del TPP que, combinados, representan el 9% del PIB global.
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A poco más de un mes de que Estados Unidos cerrara el ambicioso Acuerdo Transpacífico (TPP), China da un importante paso en su estrategia para expandir su influencia en Asia. Los legisladores australianos aprobaron recientemente el acuerdo de libre comercio suscrito entre ambos países en junio de este año, superando la oposición de los sindicatos locales.
Hasta el momento, China ha tenido éxito cerrando acuerdos bilaterales con pequeños países en mercados emergentes. El pacto con Australia es un paso significativo que pavimenta el camino para el éxito de las negociaciones del Partenariado Económico Comprehensivo Regional (PECR), el equivalente asiático al TPP.
Además, Beijing podría conseguir pronto otro gran impulso, ya que Corea del Sur estaría cerca de aprobar también su acuerdo. Dos victorias significativas para el presidente Xi Jinping que ayudan a suavizar el impacto de haber sido excluidos del mayor acuerdo de comercio regional de la historia.
Batalla por el Pacífico
Una de las claves en esta batalla para controlar el comercio en el Pacífico son los miembros de cada acuerdo. El TPP, liderado por EEUU, crea una zona de libre comercio entre doce economías que representa alrededor del 40% del Producto Interno Bruto mundial, alrededor de US$ 28 billones (millones de millones). El acuerdo ayudaría a EEUU a contrarrestar la influencia de China en la región del Pacífico, aseguró el presidente Barack Obama.
China, por su parte, lidera las conversaciones sobre el acuerdo PERC, que busca precisamente hacer que Asia sea un área de libre comercio con la intención de mitigar el impacto del TPP. Las negociaciones, iniciadas en 2012, incluyen a los diez miembros de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (Asean) y los países con los que éstos tienen ya tratados comerciales (China, India, Australia, Nueva Zelanda, Japón y Corea del Sur). Combinados, tienen una población de 3.000 millones de personas y una participación en el comercio global de 27%, con un PIB de alrededor de US$ 21 billones, según datos del Fondo Monetario Internacional.
Entre los firmantes del TPP están dos viejos rivales regionales de China: Japón y Vietnam. Ambos países participan actualmente en las rondas de negociación para el PERC. Pero no son los únicos miembros del TPP presentes en las negociaciones: Brunei, Singapur, Nueva Zelanda y Malasia estudian formar un bloque con Beijing. Los siete miembros comunes del TPP y el PERC tienen un PIB combinado de US$ 7 billones (millones de millones), que equivale a alrededor del 9% del PIB global.
Fortaleza regional
Beijing está realizando un habilidoso encaje de bolillos regional que, al excluir de la mesa a EEUU, fortalecería su comercio exterior, señalan los analistas. Al tiempo que conversa con el Consejo de Cooperación del Golfo, integrado por Arabia Saudita y Asean, mantiene reuniones con Corea de Sur y Japón para alcanzar un acuerdo trilateral.
Una de las diferencias en las negociaciones lideradas por China es que no suele enfocarse en temas que no sean asegurar oportunidades para sus firmas estatales y reducir barreras al comercio, a diferencia de EEUU que insistió en medidas laborales y medioambientales. La actitud de China es de "querer dar más libertad al comercio, no importa cómo hagas tu producto", dijo a Bloomberg Larry Dongxiao Qiu, profesor de la Universidad de Hong Kong.
Los expertos, sin embargo, se muestran escépticos en si estas negociaciones llegarán a buen puerto. Por un lado, la tensión entre las autoridades chinas y el primer ministro japonés, Shinzo Abe, podría encallar el diálogo. Aún así, el premier nipón, aseguró el viernes su intención de cerrar un acuerdo con ambos países, ya que "beneficiaría a Asia y a la economía global". Por otro lado, las reivindicaciones de Beijing en el mar de China Meridional podrían generar cautela entre los miembros de Asean.
Aunque la perspectiva para el TPP tampoco es segura ahora que Hillary Clinton se ha unido a los demócratas estadounidenses en la oposición, si entrara en vigor, Xi podría tragarse su orgullo y unirse al grupo, lo que impulsaría sus exportaciones 2,3% en los próximos cuatro años, según medios locales.