El inicio del año para la economía de Estados Unidos fue menos malo que lo estimado previamente gracias al gasto de los consumidores.
En su tercera y última revisión, el Departamento de Comercio informó que el Producto Interno Bruto (PIB) se contrajo a una tasa anualizada de 0,2%, frente a la estimación previa de una caída de 0,7%. La cifra estuvo en línea con las proyecciones de los analistas.
La corrección fue impulsada por el gasto de los hogares. Esta categoría, que representa más de dos tercios de la mayor economía del mundo, se expandió 2,1% anualizado, un ritmo más acelerado que el cálculo anterior de 1,8%. El aumento reflejó un mayor desembolso en alimentos y transporte.
El reporte también reveló mayores de inventarios (US$ 99.500 millones en vez de US$ 95 mil millones) y un gasto más elevado en la construcción residencial (6,5% en vez de 5%).
“Lo que estamos viendo aquí valida la historia de que la debilidad del primer trimestre fue transitoria”, comentó a Bloomberg Michael Feroli, economista jefe para Estados Unidos de JPMorgan. “El consumidor está regresando a un crecimiento general decente”, añadió.