La economía española habría crecido un 0,8% en el cuarto trimestre y cerraría el año con un aumento del Producto Interno Bruto (PIB) del 3,2%, ligeramente por debajo a la estimación del Gobierno (3,3%), según el último informe del Banco de España difundido hoy.
La entidad supervisora colocó su previsión de crecimiento para 2016 en 2,8% frente al 3% del cuadro macroeconómico del Ejecutivo.
El informe indica que la fase expansiva que la economía española inició hace algo más de dos años se ha prolongado a finales de 2015 y se mantendrá durante 2016.
No obstante, para el próximo año augura una moderación del avance de la demanda nacional y considera que aunque el empleo conservará un "elevado dinamismo", su ritmo de crecimiento también se atenuará.
El Banco de España también alerta de la necesidad de corregir eventuales desviaciones de los presupuestos de las Administraciones Públicas, ya que asevera que el cumplimiento del objetivo de déficit público de 2015 marcado en el 4,2% del PIB requiere una mejora de 1,6 puntos porcentuales del PIB.
Respecto al avance del 0,8% del cuarto trimestre, la entidad lo explica por la "elevada fortaleza" del consumo de los hogares, que habría crecido en torno al 1% entre octubre y diciembre, en línea con el trimestre precedente.
La información disponible apunta también a una posible mejoría de la contribución de la demanda exterior, que dejaría de ser negativa, en tanto que el empleo habría crecido el 0,7%, dando lugar a un ligero avance de la productividad del trabajo.
Por otra parte, para los dos próximos años, el boletín económico incide en que la demanda externa tendrá una aportación negativa como resultado de la fortaleza de las importaciones.
Las exportaciones crecerán el 5,8% este año y el 4,6% el que viene, y las importaciones se incrementarán el 7,5% en 2015 y el 5,9% en 2016, según el Banco de España.