Ayer el parlamento británico aprobó seguir con la revisión del proyecto de ley que inicia el proceso de salida de Reino Unido de la Unión Europea.
Tras un intenso día de debate, en la noche la Cámara de los Comunes votó tres veces: primero, para rechazar la enmienda del Partido Nacional de Escocia para bloquear el documento, porque el gobierno “no presentó provisiones para consultas eficientes con las administraciones regionales, rechazó dar garantías a los residentes europeos en el país y no aseguró que el voto del proyecto final en el parlamento sea relevante”.
Luego, dio paso al documento a su segunda audiencia –con 498 diputados a favor y 114 en contra– y por último se votó el calendario. Ahora, los parlamentarios tendrán tres días para el debate legislativo antes de la decisión final el 8 de febrero. Antes de la votación, el secretario del Comercio, Liam Fox, rechazó frente los parlamentarios como “absurda” la cifra de
US$ 65.000 millones que el divorcio con Europa va a costar al país. A su vez, David Jones, un ministro del Brexit, aseguró que los ciudadanos europeos serán bienvenidos en el país. Hoy Theresa May publicará la estrategia de su gobierno para las negociaciones.
La UE teme al Brexit duro
En un reporte filtrado a The Guardian, la Unión Europea advierte por las duras consecuencias si el bloque no logra negociar un acuerdo “factible” para proteger al barrio financiero de Londres. “La exclusión del principal centro europeo financiero del mercado interno puede tener consecuencias en empleo y crecimiento de la Unión Europea”, señala el documento elaborado por el comité de asuntos económicos y monetarios del Parlamento Europeo.
A su vez, el regulador alemán, Bafin dijo que las autoridades tienen que buscar “respuestas inusuales” y “ser flexibles“ para tratar con los bancos salientes.