El presidente ruso, Vladimir Putin, urgió ayer a su par ucraniano, Petro Poroshenko, a no escalar la ofensiva contra los rebeldes prorrusos y amenazó con imponer sanciones económicas por la firma de un acuerdo comercial con la Unión Europea.
En el primer encuentro de ambos presidentes desde junio, Poroshenko respondió pidiendo el fin de los envíos de armas de Rusia a los separatistas.
Ambos se estrecharon la mano al principio del encuentro en Minsk, la capital de Bielorrusia, sólo unas horas después de que Kiev dijo que había capturado a soldados rusos en “misión especial” en territorio ucraniano.
En respuesta al video que los mostraba, una fuente del Ministerio de Defensa ruso dijo a agencias de noticias que los militares cruzaron la frontera por error.
“Estamos convencidos de que hoy, (la crisis ucraniana) no puede resolverse con una escalada mayor del escenario militar sin tener en cuenta intereses vitales de las regiones del sureste del país y sin un diálogo pacífico con sus representantes”, declaró Putin.
El presidente ruso dijo que la economía de su país perderá unos 100.000 millones de rublos
(US$ 2.764 millones) si productos europeos llegan a sus mercados a través de Ucrania, después de que Kiev firmó un acuerdo comercial con la UE en junio.
Poroshenko respondió defendiendo un plan de paz que presentó en junio, cuando los rebeldes en la región suroriental de Donbass rechazaron su invitación a deponer las armas y dejar la zona por un corredor seguro.
“La principal condición para una estabilización de la situación en Donbass es el establecimiento de un control efectivo sobre la frontera ruso-ucraniana”, comentó el mandatario ucraniano.
La encargada de política exterior de la Unión Europea, Catherine Ashton, y los presidentes de Bielorrusia y Kazajistán también estuvieron presentes en el encuentro de Minsk.