Los separatistas del este de Ucrania anunciaron que están buscando unirse a Rusia luego del referendo del domingo, pero a diferencia de lo ocurrido con Crimea, Moscú no se ha pronunciado respecto de una posible anexión.
Denis Pushilin, líder de la República Popular de Donetsk, anunció que 90% de los votantes se mostró a favor de separarse de Kiev, declaró a la región como un Estado soberano y adelantó que buscaría unirse a Rusia. “Basándonos en la voluntad del pueblo y en la restauración de una justicia histórica, le pedimos a la Federación Rusa que considere la absorción de la República Popular de Donetsk”, sostuvo.
Si bien el gobierno de Vladimir Putin no ha hecho comentarios, la administración rusa señaló que pretende usar los resultados para presionar al gobierno ucraniano para que reconozca a los rebeldes como una parte legítima en las conversaciones.
“Creemos que los resultados del referendo deberían hacerse creíbles dentro del marco de diálogo”, afirmó el Ministerio de Relaciones Exteriores.
Se cierra la llave
En tanto, Gazprom, la empresa estatal rusa de gas natural, amenazó con paralizar los envíos de gas a Ucrania el 3 de junio si el país no paga el suministro del próximo mes de manera adelantada.
Por su parte, la Unión Europea impuso por primera vez sanciones en contra de compañías en Crimea y amenazó con aplicar más medidas dirigidas a las industrias rusas.
Mientras, y pese a la presión, fuentes diplomáticas indicaron a Reuters que Francia planea llevar a cabo un contrato por 1.200 millones de euros (US$ 1.660 millones) para vender transportadores de helicópteros a Rusia, ya que París se vería más afectado que Moscú si el acuerdo es bloqueado.